"Para nosotros el año comienza de verdad cuando llega febrero". Los vecinos de Castrelos vistieron sus mejores galas para celebrar la romería y procesión de su patrona, la Virgen de la Candelaria.
Más de doscientas personas abarrotaron los alrededores de la Iglesia de Santa María para rendir su particular, y ya tradicional homenaje a la figura de la Virgen. La alegría por la llegada de esta festividad era doble, ya que echando la vista atrás mes y medio, su conmemoración estaba parada, tal y como comentaban los propios devotos. "Llegamos a temer que después de 400 años la Candelaria se quedaría sin salir y sin su fiesta, pero al final arrimamos todos el hombro y aquí tenemos el resultado". Dos charangas y una banda de gaitas fueron las encargadas de poner música a un día que, para muchos vecinos de la zona, significa la verdadera entrada al año.
Desde las 8.00 horas de la mañana, las campanas no dejaron de repicar en la iglesia, que sacó todos sus bancos para permitir la entrada de más personas en su interior. Muchos devotos no quisieron perderse ni una sola de las celebraciones en honor a la Candelaria a pesar de que la misa solemne, ofrecida, como ya es costumbre por el obispo de la diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro, comenzó alrededor de las 12.30 horas.
Como bien indica el nombre de la Virgen, cientos de velas y candelas acompañaban a todos los vecinos que asistieron a la romería y posterior procesión.
Presentación de los niños
La popular misa cumplió con todas las señas que hacen de la fiesta de la Candelaria una romería obligatoria en Vigo. El saludo y reverencia entre la Santa y San Blas levantó lágrimas entre los fieles, al igual que la liberación de cinco palomas dentro de la propia iglesia. La presentación de los niños también dejó más de una abuela emocionada.
Aunque sin duda el momento más esperado de la jornada llegó con la procesión de las cinco figuras religiosas. Encabezadas por la Virgen de los Dolores y seguidas por San Antonio, la Virgen María, San Blas y la propia Candelaria, los vecinos de Castrelos transportaron las imágenes en un pequeño recorrido alrededor de la iglesia.
Esta celebración no quiso olvidarse de sus 'abuelos y abuelas', por ello, desde la comisión de fiestas se entregaron dos figuras a Salud Castro y Julio Rodríguez, los más mayores del pueblo. El regidor olívico, Abel Caballero y la portavoz del grupo municipal del PP, Elena Muñoz, entregaron los presentes, acompañados también por el concejal olívico Ángel Rivas y el senador popular Miguel Fidalgo.
