Los menores de 30 años casi ni se asoman a la sección de ventas del mercado inmobiliario de la ciudad. El 96% de los profesionales entrevistados para este análisis coinciden en que con poca frecuencia aparecen entre su clientela.

Es a partir de la treintena cuando se lo plantean. De hecho, son los treintañeros y los cuarentañeros los que más abundan entre los buscadores de viviendas en venta. Están presentes en un porcentaje muy similar. Ambos son una clientela "frecuente" para el 54% de los entrevistados. Sin embargo, los que tienen entre 41 y 50 años son usuarios "muy frecuentes" del 37,5% de los profesionales, frente al 33% del tramo de edad anterior.

Superados los 50 años, vuelve a decaer el interés por la adquisición de vivienda. Solo un 50% los tiene entre su clientela "frecuente" o "muy frecuente".

Las personas que todavía residen con sus padres son clientes "poco frecuentes" para el 62,5% de los profesionales. Son más habituales (75%), aquellos que viven de alquiler mientras buscan.

Este dato contrasta con que para el 54% de los encuestados, es "muy frecuente" que los demandantes de vivienda que piden sus servicios tengan ya una vivienda en propiedad. De hecho, solo resulta algo inusual para el 17% de los agentes o consultores.

Para la gran mayoría (83%), la media del tiempo en la que se logra hallar la casa anhelada es de entre un mes y medio año.