El Servicio de Traumatología del Chuvi acaba de ampliar su cartera de servicios con una nueva técnica, la artroscopia de cadera, para abordar de forma mínimamente invasiva diversas patologías de cadera en sus fases iniciales. No solo persigue mejorar los síntomas de la lesión, sino evitar o, en su defecto, retrasar la aparición de la artrosis. Beneficiará a entre 10 y 20 pacientes al año, que antes enviaban fuera. La Unidad de Cadera viguesa ya ha realizado 12 intervenciones.

La artroscopia es una técnica que permite introducir una cámara y los instrumentos para operar en las articulaciones a través de una incisión de escasos milímetros. Se usa sobre todo para tratar pinzamientos o choques entre el fémur y la cavidad de la pelvis donde se articula. Es un problema que sufren con frecuencia adultos jóvenes y deportistas, y que les provoca dolor, incapacidad y molestias en la ingle. Su principal objetivo es "evitar o retrasar la aparición de la artrosis y el desgaste de la articulación y la necesidad de implantar una prótesis", según explica el jefe de Trauma, Roberto Casal. Pero es imprescindible su detección precoz para abordarla. Los doctores Silvia Bértolo y Daniel Fernández son los responsables de la introducción de esta técnica en el Chuvi.