Pescadores e investigadores han avistado en alguna ocasión ejemplares de caballitos de mar en los fondos de Islas Atlánticas pero, más allá de la anécdota, su presencia es una incógnita. Al menos, hasta ahora. Expertos del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC desarrollarán el primer censo de esta especie y también de peces pipa en aguas de Cíes. El proyecto incluye estudios genéticos y la caracterización de las comunidades vegetales a las que están asociadas ambas especies para proponer un plan de protección y conservación de los hábitats que ocupan.

Miquel Planas, responsable del grupo que crió los primeros ejemplares de caballito narigón del mundo en cautividad, lidera un consorcio del que también forman parte investigadores de las universidades de Santiago y de A Coruña, así como del Imedea de Baleares (CSIC), ya que la propuesta se desarrollará de forma simultánea en Cabrera. Su proyecto es uno de los 11 seleccionados entre el centenar que competía en la última convocatoria de I+D del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, que se acaba de resolver. Es el único vinculado al parque Islas Atlánticas y dispondrá de una financiación de 84.306 euros para tres años.

Las dos especies elegidas, sobre las que apenas se han realizado estudios en España, pertenecen a la familia de los peces singnátidos. "Tanto el caballito de mar, nuestra línea prioritaria desde hace años, como los peces pipa están relacionados con comunidades vegetales que constituyen un indicador del estado de salud de los fondos marinos. Pero son poblaciones que nunca han sido estudiadas ni en Islas Atlánticas ni en Cabrera. Los resultados del proyecto nos permitirán conocer las relaciones entre estos animales y los hábitats que ocupan y proponer medidas de protección", explica Planas.

Los biólogos vigueses colaboran con la experta en genética Carmen Bouza, del grupo Acuigen de la Universidad de Santiago, y con Javier Cremades, especialista en algas marinas del campus herculino. Por parte del Imedea, la coordinación correrá a cargo de Beatriz Morales.

En la primera fase del proyecto se realizará una prospección general para establecer transectos con potencial presencia de singnátidos y distintos tipos de fondo: "Tomaremos pequeñas muestras de aletas de forma indolora e inofensiva para realizar estudios de genética, tendremos un DNI de cada especie, y también de isótopos estables, que aportan información sobre la dieta y la relación con los depredadores. Y además realizaremos análisis de macroalgas y fanerógamas".

En una segunda etapa, los investigadores seleccionarán una serie de transectos para muestrearlos durante dos años consecutivos -en primavera y verano- y obtener información sobre aspectos más concretos referentes a la reproducción, la alimentación, posibles migraciones o su relación con el tipo de fondo.

El caballito de mar y los peces pipa son los principales representantes de la familia de los singnátidos en las aguas someras de la costa española. Sus particulares características morfológicas y biológicas los dotan de gran atractivo, pero también los hacen muy vulnerables ante las alteraciones de los ecosistemas marinos vegetales, capturas accidentales y determinadas artes de pesca.

Ambos comparten una boca tubular por la que succionan a sus presas -fundamentalmente crustáceos-. El pez pipa tiene una forma alargada que le permite mimetizarse con las hojas de las plantas para protegerse de sus predadores y puede llegar a medir 40 centímetros.

Los singnátidos tienen peculiaridades en cuanto a su reproducción. "Todos presentan estructuras para proteger los huevos. El saco de los caballitos macho es la forma más extrema, pero las demás especies de la familia los llevan adheridos a su abdomen o protegidos por una membrana.".

Entre los peces pipa pueden encontrarse casos de inversión de los papeles sexuales y su capacidad reproductiva es muy limitada e inferior a la de los caballitos de mar.

Muchas especies de singnátidos se consideran vulnerables o en situación de peligro, sin embargo, apenas existe información sobre estas poblaciones salvajes en toda Europa. Los estudios y el banco genético que elaborarán los investigadores vigueses, responsables del mayor estudio de seguimiento de caballito narigón -Hippocampus guttulatus- en la península, permitirán preservar la diversidad biológica.

"El caballito está considerado de protección especial, sin embargo, no está catalogado ni como protegido ni como amenazado ni a nivel estatal ni autonómico. Los resultados que obtengamos permitirán aumentar la información disponible e incrementar las medidas de protección si es necesario. Además el plan de protección y conservación que desarrollaremos para los hábitats de Islas Atlánticas y Cabrera se podrán extrapolar a otros parques", destaca Planas.