Aparcamientos, parques infantiles, reconstrucción de edificios... son algunas de las peticiones de los inquilinos del Casco Vello. Pero hay otra demanda presente y que algunos apuntan como "imprescindible" para que el barrio acabe de borrar su mala fama: la vida cultural.

El Concello instaló la Pinacoteca en la parte histórica, cerca se estableció una galería de arte. Cruzando Porta do Sol se encuentra la Biblioteca Juan Compañel. La Asociación Vecinal y Cultural Casco Vello vela también por mantener la memoria histórica con talleres de baile o canto y eventos que recuperan tradiciones, pero la falta de iniciativas privadas aboca a la zona a la hostelería, una opción que no convence a todos por igual porque pone la tranquilidad del barrio en peligro. "No hay festivales, propuestas de teatro o de música local", señalan los vecinos. El café Uf es de los pocos de la zona que apuesta por las actividades culturales. "Es un esfuerzo enorme, tienes que estar siempre intentando ofrecer cosas nuevas, pero eso es lo que nos ha mantenido tantos años", dice su propietario.