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El centenario de un símbolo de la historia local

La ETEA: un siglo a la espera de segunda vida

El Gobierno creó en 1916 la Base Naval de Ríos, que creció hasta convertirse en 1951 en la Escuela de Transmisiones y Electricidad

La fachada del litoral de Teis escribió hace justo un siglo uno de sus versos más importantes. A finales de 1916 el Gobierno dio luz verde a instalar a los pies del monte A Guía una pequeña base naval que con el paso de las décadas, ya a mediados del siglo XX, terminó convirtiéndose en la Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA). La base abrió para almacenar munición y con un discreto destacamento integrado por apenas 27 personas y un presupuesto provisional de 200 pesetas anuales; pero el éxito de su labor, la decisión de impulsar la Armada y -sobre todo- el tesón de sus oficiales, le permitió ganar poco a poco dimensiones y calado. En 1951 el Régimen decidió reconvertir la antigua Base secundaria de Ríos en la ETEA, que mantuvo sus puertas abiertas hasta 2002. La Asociación de Antiguos Marineros de la ETEA y Armada (Marinetea) plantea celebrar el centenario con conferencias, un acto en las instalaciones de Teis... E incluso aboga por que Vigo sea el escenario del Día de las Fuerzas Armadas de 2016, una idea ambiciosa para la que busca el apoyo de las instituciones.

La "génesis" de la Base secundaria de Ríos se remonta a febrero de 1915, cuando el entonces ministro de Marina, el Contralmirante Augusto Miranda y Godoy, presentó una ley para reforzar la Armada. El bautizado como "Plan Miranda" buscaba dotar a las fuerzas navales de más buques e instalaciones. A su amparo se crearon las bases de La Graña, en Ferrol; Vilagarcía; Marín; Mahón y Ríos, en la falda del monte A Guía, emplazamientos que se escogieron por su buena ubicación. El objetivo del ministerio era que sirvieran como puntos de abastecimiento de buques, en especial para torpederos y sumergibles.

GALERÍA | Así se encuentra la ETEA en la actualidad. // Adrián Irago

En el libro ETEA. Su crónica, Ricardo Fernández Folgado recuerda que los estudios para alquilar una finca y varios edificios en Ríos arrancaron en el verano de 1916. El proceso fue rápido: el 28 de agosto la comisión constituida para montar la base alquiló los edificios, muelles y terrenos necesarios; apenas dos meses después, en octubre, se empezó a reparar la casa-vivienda y a finales de año se constituyó la nueva dotación. Fernando Folgado detalla en su volumen -fiel crónica de la historia de la ETEA- cómo la Real Orden que reconvierte el Parque de Abastecimiento de Ríos en Base Naval secundaria data del 30 de diciembre de 1916. Sus dos misiones eran actuar como polvorín de minas Vickers-Elia y también estación torpedista.

Otra Real Orden publicada un mes después -el 25 de enero de 1917- detalla los miembros de su destacamento, formado por 27 hombres y entre los que había, además de marineros, dos fogoneros, un maestro carpintero o un operario mecánico. De forma provisional, se les asignó un presupuesto anual de 200 pesetas. Poco después, en febrero, se expropiaban para la base algo más de 60 áreas por 6.702,5 pesetas.

Con el paso de los meses la base se fue consolidando, como anota Fernández Folgado, quien detalla el material que ya almacenaba en noviembre de 1917: "Disponía de 700 minas, ocho torpedos automóviles y cuatro tubos, que habían sido trasladados desde Ferrol". La disciplina del destacamento estaba en la línea de la Armada: el personal se levantaba al alba, con el zafarrancho de las cinco y media, y tras una intensa jornada se acostaba a las diez de la noche. A finales del 17 la base sumó un pequeño taller para reparaciones de submarinos, lo que le permite acoger en 1919 los sumergibles Isaac Peral, AI, AII y AIII.

El siguiente capítulo clave en historia de la ETEA volvió a escribirse a golpe de Orden Ministerial en las navidades de 1939. En un intento por normalizar las escuelas en las que se educaba al personal técnico de la Armada, la Marina decidió que, de manera provisional, se utilizase la base de Ríos como Escuela de Especialistas de Transmisiones y Electricidad. Dos años después el Gobierno disponía que los marineros expertos en radiotelegrafía y electricidad se formasen a bordo del Navarra, un buque atracado en los muelles de Vigo.

En 1947 -cuando el minador Júpiter da el relevo al Navarra- entra en escena una de las figuras más relevantes de la ETEA: Manuel Álvarez-Ossorio, un Capitán de Fragata consciente de lo que se jugaba la Marina en estar a la última en los avances tecnológicos, y quien presenta el proyecto para trasladar las clases a una Escuela Superior de Electrotecnia. El papel de Ávarez-Ossorio fue decisivo ya que apenas tres años después, en 1951, el Gobierno decide crear la ETEA.

De Base de Ríos a ETEA

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| Un repaso por la historia de la ETEA. // Ricardo Grobas / Marta G. Brea / Cameselle

El 5 de abril de 1951 se cristaliza el cambio y el complejo del litoral de Teis se rebautiza. Una Orden Ministerial rubricada ese mismo día cambia la denominación de la hasta entonces conocida como Base de Ríos por la de Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA). La actividad en las aulas no empieza a desarrollarse con intensidad, sin embargo, hasta el 52, año en el que Álvarez-Ossorio toma posesión de la comandancia del centro. Su nombre estuvo ligado al de la ETEA durante casi una década y media, ya que llevó las riendas del centro hasta 1965. Hace varios años Marinetea localizó en los archivos del Museo Naval de Ferrol una auténtica "joya" de la historia de la escuela viguesa: el ambicioso proyecto de Álvarez-Ossorio para la ETEA, que incluye bocetos, listados, presupuestos... Algunas de sus ideas, como el edificio "Faraday" pudieron cristalizar; otras, como una espléndida capilla, no lograron salir del papel, víctimas de las estrecheces económicas de la España de mediados del siglo XX.

Durante cinco décadas la Escuela de Transmisiones y Electricidad imprimió su impronta en el ADN de la ciudad. El libro de Fernández Folgado hace un somero repaso por las actividades, desfiles, visitas... que promovió y protagonizó la escuela entre 1952, cuando arranca con fuerza su actividad docente; y 2002, el último año del centro. Después de la jura de bandera de las XXVII y XXVIII promociones de M.E.T.P, el Gobierno dicta -el 27 de junio- una Orden Ministerial en la que determina la supresión final de la escuela. Sus especialidades de Comunicaciones y Electrónica se transfieren en septiembre del 2002 a la Escuela "Antonio de Escaño".

Casi una década y media después de su cierre buena parte de las instalaciones de la ETEA lucen hoy abandonadas, cerradas a cal y canto y en algunos casos incluso semicubiertas por la maleza. Marinetea ocupa uno de los edificios de la entrada, que emplea como sede social y museo. En sus salas muestra parte de la historia de la escuela, como uniformes, maquinaria, transmisores... Y de sus paredes cuelgan fotografías que retratan el devenir del centro. El colectivo -formado por antiguos marineros vinculados a la ETEA- dinamiza además el auditorio del solar. En 2013 la Xunta de Galicia construyó un parque infantil, con zonas de recreo y pista de skate, lo que contribuye a dar vida a la antigua Escuela de Transmisiones. El proyecto más ambicioso para las instalaciones de Teis es, sin embargo, el Campus del Mar, llamado a ser referente internacional en el campo de las investigaciones marítimas.

De base naval con 27 miembros, a escuela con cientos de alumnos

  • A lo largo de sus 86 años de historia el centro de Teis experimentó un crecimiento notable. Nació en 1916 como una pequeña base naval con un destacamento de 27 personas y suprimió su labor en 2002, convertida en una gran escuela con cientos de alumnos.

Un emblema de la historia local y sus "guardianes" más fieles

Miembros de la asociación Marinetea, que reúne a antiguos alumnos de la ETEA. // Adrián Irago

  • Con sus elegantes y sobrios edificios a pie de costa, la antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA) forma parte ya del paisaje del litoral de Teis. También de la historia local, a la que está ligada desde que hace un siglo el Gobierno decidió montar en Ríos una base naval con dos misiones principales: actuar como polvorín y estación torpedista. Tras el cierre de la escuela, en agosto de 2002, parte de los antiguos marineros que pasaron por sus aulas constituyeron la asociación Marinetea (en la foto), que se ha convertido en su mejor "guardiana". El colectivo ocupa un pequeño edificio situado a la entrada de la ETEA, que usa como sede y en el que ha montado un museo con piezas y fotografías que rememoran la historia de la dotación, desde sus inicios como base naval en 1916, hasta su cierre, hace 14 años.

Un ¿futuro? como icono de la investigación marina

RECREACIÓN | El Campus del Mar contempla la rehabilitación de edificios históricos y un módulo tecnológico.

  • El futuro de la ETEA está vinculado a la investigación desde que la Universidad consiguió en 2010 el sello de excelencia del ministerio para el Campus del Mar, pero la crisis y la falta de acuerdo con la Xunta para disponer de los terrenos a coste cero ha obligado a la institución a posponer la sede emblemática del proyecto.Las dificultades económicas de los últimos años también dejaron en el cajón los proyectos de sus socios, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para contar con edificios propios en la antigua escuela militar.Sin embargo, parecen producirse algunos avances en los últimos tiempos. El rector vigués ha propuesto a la Xunta una tercera vía para desbloquear el proceso y el Ministerio de Economía, tal y como adelantó FARO, ha decidido retomar un traslado pendiente desde hace más de una década, antes incluso del lanzamiento del Campus del Mar, consignando una partida inicial de 16 millones en los presupuestos de este año.El proyecto arquitectónico diseñado por la Universidad para la ETEA dispone de alrededor de 34.400 m2 e incluye la rehabilitación de varios inmuebles históricos, así como la construcción de un Módulo Tecnológico del Mar cuya ubicación inicial se alejó del litoral a petición de las asociaciones vecinales de Teis.La sede oficial del Campus del Mar ocuparía el Edificio Siemens, mientras que el Faraday sería destinado a la Escuela Internacional de Posgrado.En esta última ubicación también se planteó inicialmente la construcción de una residencia para estudiantes y docentes a la que la institución acabó renunciando puesto que la UE solo concede fondos para equipamientos científicos.Los investigadores del Campus del Mar también tendrían acceso a los muelles, donde atracarán los buques oceanográficos del CSIC con base en Vigo cuando se realice el traslado. La intención del Consejo es reagrupar en la ETEA tanto a los trabajadores de la actual sede del Instituto de Investigaciones Marinas de Bouzas como a los de la Unidad de Tecnología Marina, ubicada en Beiramar.

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