El aeropuerto de Vigo regresa a una senda de crecimiento más que esperanzadora: 713.563 pasajeros en 2015, un 4,9% que el año anterior. Hubo que esperar ocho años para que la terminal viguesa arrojase un balance tan positivo. Con la crisis económica comenzó a desplomarse a partir de 2008 de aquel histórico techo de 1,4 millones de viajeros, y desde entonces no volvió a mostrar síntomas de mejoría a excepción del simbólico 0,2% de 2014. Ahora el resultado a cierre del pasado 31 de diciembre adquiere un doble significado. Por un lado expresa el final de la sangría de usuarios gracias a la ofensiva lanzada por el gobierno local de abrir nuevas rutas aéreas y así sacar a la terminal viguesa del atolladero donde lo situó la competencia de Lavacolla, durante años subvencionada por la Xunta, y las intensivas campañas del Sá Carneiro de Oporto para captar clientes del área de Vigo. Y por otro, los resultados de ejercicio que acaba de terminar confirman el potencial del aeropuerto vigués, capaz de ganar pasaje pese a operar menos vuelos, en parte, como consecuencia de la supresión en octubre de la ruta a París.

El de Vigo es el único aeropuerto de los tres gallegos que redujo sus operaciones en 2015: un 3,4% menos -9.580 en total-, el equivalente a 325 aviones. En cualquier otro aeropuerto una pérdida de aviones tan pronunciada contagiaría al volumen de pasajeros. Sin embargo, el número de usuarios de Peinador no se ha resentido, lo que demuestra que los aviones que despegan o aterrizan en la pista viguesa operan con una alta ocupación, al menos en niveles suficientes para que en el monto final ni le afecte la desaparición de un enlace consolidado como el internacional a Charles de Gaulle (París). De contar para este año con una respuesta similar, Peinador podría acabar 2016 cerca del millón de pasajeros. Al desembarco de Ryanair, que en las primeras semanas ya tiene sus aviones a Barcelona a punto de colgar el cartel de completo, hay que sumar dos rutas internacionales que incorporará la aerolínea irlandesa en verano (Dublín y Bolonia) y el aumento de plazas previsto por Vueling e Iberia Express.

En cuanto a las terminales rivales de Vigo, Lavacolla cerró 2015 con 2.295.248 viajeros, lo que supone un aumento del 10,5% en comparación con el año anterior; y Alvedro, con 1.025.688, un 3,7% más. Respecto a las operaciones, ningún aeropuerto gallego sufrió una caída como la de Vigo. Es más, Santiago, con 20.540, en total, subió un 5,7%, y A Coruña, con 14.682, un inapreciable 0,9%.

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Aunque el número de viajeros de Peinador se había mantenido a lo largo de todos estos meses en cifras positivas, el pasado diciembre cosechó su mayor crecimiento. Las fiestas navideñas generan una gran afluencia de pasajeros en todos los aeropuertos, y el de Vigo no es una excepción. Pero la crisis también había roto esta tendencia tradicional en Peinador, y hacía al menos un lustro que esta terminal no vivía este mes con resultados equiparables a este último: 56.772 viajeros, un 14,5% más. De hecho fue la terminal gallega que más aumentó sus usuarios en este periodo. Lavacolla anotó 164.380, un 12,3% más; y Alvedro, 80.963, un 6,8% más. Y como ocurre en la estadística anual, crece en pasajeros en diciembre a pesar de descender sus operaciones en un 5%. En este apartado también anotó una caída -del 4,1%- el aeropuerto de A Coruña, mientras que el de Santiago ganó vuelos, un 4%.

La estadística de Aena ofrece otro resultado alentador para el aeropuerto de Vigo en el apartado de mercancías. En 2015, en Peinador creció un 23,1% el volumen de carga enviada o recepcionada en los aviones que operó con un peso total de 536 toneladas. Alvedro también aumentó en manipulación de mercancía, un 131,3%, en cambio, sólo totalizó 140 toneladas. Santiago sigue liderando en Galicia la carga aeroportuaria, gracias sobre todo a que sus instalaciones permanecen abiertas las 24 horas del día: contabilizó 2.311 toneladas, un 10,1% más.