En junio la Audiencia Provincial de Pontevedra ordenaba la reapertura del bazar Guay, uno de los locales situados fuera del mercado clausurado tras los registros. Fue el primero al que se le levantó el precinto y de los pocos que a día de hoy están en funcionamiento. Y en el auto de esta semana, la juez archiva la causa contra la dueña y su hija, tras hacerlo hace escasos meses contra otro familiar que no tenía nada que ver con el negocio. "Lo que pasamos fue duro, terrible; la tienda estuvo casi ocho meses cerrada por culpa de diez prendas que había en una maleta cerrada que dejó un viajante y que no nos interesaban porque nos dedicamos a souvenirs y la ropa que vendemos no es falsa; nos bloquearon las cuentas de la empresa, hubo que hacer un ERE a las dos empleadas... Se equivocaron con nosotros, ¿quién nos paga ahora todo eso?", se lamentaba ayer José Rodríguez, propietario junto a su esposa del bazar.

El letrado de los dueños de este local, Alberto Martín Menor, de Paseo de Alfonso Avogados, mostró su satisfacción con el auto de archivo y avanzó que estudiarán "si es viable" emprender un procedimiento de reclamación patrimonial contra la Administración de Justicia para pedir "daños y perjuicios".