El temporal meteorológico que barre la comunidad gallega ha dejado más lluvia en los seis primeros días del año que en todo diciembre. El pasado mes se registraron 109 litros por metro cuadrado frente a los más de 113 recogidos en lo que va de 2016.

Desde que comenzó el año no ha dejado de llover. Si en diciembre los vigueses no sacaron el paraguas más de tres días seguidos, en enero no han podido cerrarlo. El día de Reyes debería haber inundado las calles de niños disfrutando de sus juguetes nuevos, pero las precipitaciones no dieron tregua. Ayer se acumularon más de 10 litros por metro cuadrado, pero están muy lejos de los 42 litros que cayeron el domingo pasado, el día de más precipitaciones que deja por ahora este temporal, un número que no se registraban desde hace casi un año.

Toda la provincia permanece todavía en alerta amarilla. Las rachas de viento alcanzaron ayer los 60 kilómetros hora en zonas elevadas como el aeropuerto, aunque en la ciudad fueron de menor intensidad, no superaron los 35.

Aunque algunas calles sufrieron leves inundaciones, ni Policía Local ni bomberos tuvieron que salir a causa del agua o el viento, como sí ocurrió en días anteriores en los que acudieron a retirar árboles caídos o a atender peligros de desprendimiento.

Ha transcurrido una semana de lluvias y según informan las agencias meteorológicas no habrá una tregua hasta bien entrada la semana que viene. Si las predicciones se cumplen, esta será la racha de precipitaciones más larga desde 2014, con más de dos semanas continuadas bajo el paraguas.

Las temperaturas son un poco más benevolentes y permanecen rondando los 10 grados. Hoy ascienden levemente en Vigo y la ciudad registra, junto a Pontevedra y Ourense, las temperaturas máximas de la comunidad: 16 grados. La mínima sube desde los 7 de ayer a los 13. Mañana el día será similar al de hoy, pero puede que algún rayo de sol asome a mediodía, siempre sin dejar de llover.

Sin transporte de ría

Tanto el viento como la lluvia complicaron ayer los desplazamientos. El transporte de ría tuvo que ser cancelado a partir de las tres de la tarde por precaución. Por la mañana el mar ya presentaba mala visibilidad y por la tarde se complicó con mar gruesa y olas que alcanzaron los seis metros de altura.

A las siete de la tarde se restablecieron los viajes desde Cangas hacia Vigo y media hora más tarde en el sentido inverso.