La providencia quiso que la amenazadora climatología no estropease la gran fiesta que supone para niños y mayores el desfile de las cabalgatas de reyes, que llegaron a realizarse en Tui, Salceda de Caselas y O Rosal. Tomiño y A Guarda las suspendieron, ante las previsiones de lluvia.

El empaque, contra viento y marea, de las concejalas de Cultura de Tui, María José González; Salceda de Caselas, Teresa Pérez; y O Rosal, Charo Tabales, además de la disposición de los equipos de organización y figurantes, decidió las cabalgatas.

Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a Tui desde Valença, cruzando el puente internacional, donde les esperaban las carrozas de Arume de Malvas, Lembranzas da Terra de Guillarei, Laxes de Paramos, Aloia de Pazos de Reis, Xuntanza de Randufe, Cámara de Valença y rondalla O Mosteiro de Pexegueiro. Los pajes viajaron en el tren turístico y mil kilos de caramelos llovieron desde vehículos, como el camión de Bombeiros Voluntarios de Valença do Minho, el de la Policía Local... Hubo ofrenda ante el belén viviente, frente al Seminario Menor, bajo carpa, y el esperado encuentro con los niños que antes disfrutaron de Goofy y Bugs Bunny. Por la mañana, SS. MM., visitaron las residencias San Telmo y Paz y Bien.

La frenética jornada de los Magos comenzó bien de mañana, recorriendo O Rosal, donde finalizaría la fiesta con chocolatada, por la tarde. En A Guarda, eligieron la Casa dos Alonsos para entregar pequeños regalos a los niños, con música de la charanga "Os Zanfonos", el grupo de gaitas de la Terceira Idade y el grupo Xamaraina. Los Magos recogieron cartas y recibieron dibujos como obsequio. Se repartieron 300 kilos de caramelos. En Salceda de Caselas se mantuvo el recorrido con carrozas realizadas por asociaciones de la localidad. En el pabellón de deportes fue el encuentro con los pequeños, llenos de ilusión, con entrega de caramelos.

La Praza do Seixo de Tomiño, con carpa, acogió la gran recepción junto al nacimiento viviente, con muchos caramelos y sorteo de regalos.