La construcción del Centro Comercial de Pizarro no se verá paralizada por la sentencia del Tribunal Supremo que ha anulado el Plan Xeral de 2008. La promotora prosigue la excavación, ya en su fase final cumpliendo los plazos del cronograma previsto, y mantiene el objetivo de inaugurar el recinto antes de que termine el año con Mercadona al timón. Fuentes de la empresa apuntan que el fallo judicial "no afecta a la obra", que cuenta con cobertura urbanística al disponer de la licencia en regla, obtenida en abril de 2015, y haberse aprobado tanto su Plan Especial de Reforma Interior (PERI) como los instrumentos de desarrollo posteriores (proyectos de equidistribución y urbanización) con arreglo al PXOM de 1993, que ha pasado ahora a estar vigente.
"El Plan Xeral de 2008 incorporó el planeamiento del polígono sin ninguna modificación respecto al PERI aprobado anteriormente, y además se han cubierto todos los pasos hasta recibir la licencia firme", explican desde la promotora Pizarro Gestión S.L., perteneciente a la familia de industriales pesqueros Lloves. La excavación está a punto de llegar a la cota del último sótano. "Hubo que extraer mucha roca y acabaremos a principios de febrero. Entonces empezaremos con la estructura", comentan responsables de la obra.
El centro comercial se edificará en una parcela de 3.640 metros cuadrados entre las dos torres de Pizarro y completará así la urbanización. Los tres sótanos proyectados se destinan a aparcamiento con 316 plazas mientras que las dos plantas en altura escalonadas se dedicarán a comercio y oficinas. La promotora ya cerró hace un año el desembarco de Mercadona, que abrirá allí su sexto establecimiento en Vigo. Ahora negocia con otro operador la ocupación de un local de 500 metros cuadrados también para uso comercial. A mediados de año prevé tener cerrado también el alquiler de las cuatro oficinas.
La cubierta del centro será transitable y la empresa deberá ceder ese espacio al Ayuntamiento ya que forma parte de la urbanización pública. Complementará al parque público situado en la cima y habrá una conexión exterior directa por escaleras desde la calle Pizarro. La segunda planta tiene una superficie muy inferior a la primera (1.663 metros cuadrados por 3.500), ya que la fachada va retranqueada 21 metros.
La urbanización de Pizarro es un viejo proyecto cuyo origen data de hace más de 25 años. El Plan Especial fue aprobado en 2006 por el Concello y otra promotora, Inmuebles, Viviendas y Obras de Galicia S.A. (Invoga) obtuvo licencia para desarrollar el centro comercial pero no llegó a iniciar la construcción. La finca acabó siendo subastada por las deudas de la empresa y se la quedó Novagalicia. Posteriormente el Concello declaró caducado el permiso al haber transcurrido cuatro años sin iniciarse las obras. Ya convertida Novagalicia en Abanca, la propiedad fue vendida al industrial Enrique Lloves Soler, que constituyó Pizarro Gestión S.L. y obtuvo una nueva licencia. La inversión que realizará en el centro comercial, cuya superficie total alcanza los 16.700 metros cuadrados, superará los cinco millones de euros.
Otra de las obras que han arrancado en el centro, el derribo del antiguo Colegio Cluny de Gran Vía para construir en el solar una residencia de mayores del Grupo Ballesol, también sigue adelante. Además de contar con licencia de obra, está amparada por el Plan Especial de Edificios a Conservar (PEEC), con lo que no resultaría afectada por la anulación del PXOM de 2008.
La promotora ya ha concluido el derribo íntegro del viejo centro educativo proyectado por Antonio Cominges en el año 1929. El geriátrico contará con 110 plazas y la inversión rondará los diez millones de euros. La previsión de Ballesol es inaugurar su primer centro para mayores en Vigo en 2017.
