A ritmo de gaita y chasqueos. Así enfrentó ayer la Asociación Vecinal y Cultural Casco Vello el mal tiempo. La organización celebró la decimotercera edición de los Cantos de Reis a pesar de la lluvia. La tarde de música y baile tradicional para celebrar la Navidad transcurrió entre los soportales de la Praza da Constitución y la calle Príncipe.

Gaiteros , demás músicos y bailarines se reunieron ayer "contra viento y marea", como describió momentos antes de la actuación Fiz Axeitos, miembro de la asociación Casco Vello. Su intención era ofrecer las conocidas como danzas blancas, bailes tradicionales gallegos que se caracterizan por la indumentaria de los bailarines: trajes de lino que los danzantes engalanan con complementos como paños y mantones; lucen además sombrero de espejos y plumas ellos, y de paja ellas. Sin embargo, la lluvia provocó una adaptación del espectáculo, suspendiendo el paseíllo previo y predominando la música bajo los soportales sobre el baile.

No importa la edad, los participantes tienen desde tres años hasta más de ochenta. Aunque finalmente ayer solo se vio a medio centenar, son cerca de 100 las personas que forman parte de este evento, que se nutre principalmente de los talleres de gaita, baile y canto que la asociación instruye a los largo del año. El espectáculo, que comienza a tejerse desde noviembre, incluye villancicos y bailes de arcos, palos y cintas.

"Tiene un carácter etnográfico muy importante y necesario, o así lo entendemos en la asociación, porque mantiene la memoria del barrio y de los gallegos", explica Axeitos. Los vecinos comenzaron con esta iniciativa imitando las celebraciones de otras zonas de Galicia con gran tradición, como O Condado, donde los orígenes de esta cita se pierden en el tiempo. "Nosotros teníamos una espinita clavada con la Navidad porque ya celebrábamos otros momentos del año propios de aquí, como pueden ser los mayos, el carnaval o el magosto, pero en estas fechas nos faltaba algo", cuenta Axeitos. Decidieron entonces empezar con los Cantos de Reis, conocidos en otras zonas como Bandos, o Cantos de Nadal.

Un par de años después, descubrieron una fotografía de finales de los años cuarenta donde los vecinos del Casco Vello salían bailando con los mismos trajes. Era una muestra de los Cantos de Reis propios de Vigo. Los descendientes de una de las protagonistas de esa fotografía forman hoy en día parte de la asociación. "Se trata de una actividad intergeneracional que este año por primera vez juntará a un nieto y dos bisnietas de esta señora en el mismo baile que ella realizó", enfatiza el vigués.

Axeitos asegura que en los recuerdos del barrio esta costumbre permanecía latente, en las historias de las abuelas que cuentan como familias enteras salían en Navidad a cantar villancicos por las casas y pedir el aguinaldo. "Eso hacemos nosotros también, mantener la tradición", apunta.