Manuel Bárcena Franco nació en 1834 y se educó en Gran Bretaña. Eso le permitió la posibilidad de aprender varios idiomas, algo que marcó su destino, y contribuyó a cimentar su gran implicación en todos los proyectos que desarrolló para. Muchas de sus obras todavía se conservan en la ciudad. Falleció en 1908 y su entierro constituyó un gran manifestación de dolor. El cuerpo fue acompañado por cientos de personas hasta el cementerio de Pereiró.
Fue en 1891 cuando Alfonso XIII le concedió el título de Conde de Torrecedeira a un hombre muy activo. Su biografía es amplia y siempre con la vocación de mejorar la ciudad. Tuvo la representación consular de Rusia, Bélgica y Alemania, lo que le permitió también que se pudieran realizar negocios con esos países. Creó trabajo para muchos vecinos a través de varias fábricas, entre ellas una de curtidos, y fue agente de compañías navieras. También tenía bodegas y fue uno de los pioneros en la exportación de vinos.
Poseía dos grandes fincas, una en Redondela y otra en Salvaterra. Manuel Bárcena se dedicó al ganado y enviaba de forma regular las reses a Inglaterra, según recogían las crónicas de la época. El puerto vigués ya era considerado como uno de sus favoritos y en el mismo quería impulsar la economía de la ciudad. Fue uno de los que más apostó en aquellos años por generar riqueza a través del mar y, sobre todo, en el transporte de todo tipo de mercancías.
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Agente de varias compañías navieras que operaban en el puerto vigués, contribuyó al desarrollo de esta infraestructura durante mucho tiempo. Incluso fue el promotor de un depósito flotante de carbón.
Pero Manuel Bárcena Franco dejó en Vigo dos proyectos que todavía hoy en día conservan su actividad, aunque con diferente formato. Fue uno de los fundadores de la Caja Municipal de Ahorros. No le resultó sencillo sacarlo adelante. Puso un gran empeño personal en esta iniciativa. Llegó a invertir 20.000 reales, una gran cantidad de dinero en aquella época, para que se pudiera realizar. E incluso construyó un local para que pudiera desarrollar la actividad. Sus gestiones fueron reconocidas por la sociedad viguesa, que veía en la entidad de ahorro un motor de desarrollo económico fundamental. Y siempre con la filosofía de ayudar a las personas con menos recursos. Era una obra también benéfica.
Otro gran proyecto fue la Cámara de Comercio, una entidad que en la que se comprometió para fomentar el impulso comercial. Fue su primer presidente y el que animó a todos los empresarios a formar parte de una idea común para beneficio de todos.
También tuvo un gran protagonismo en la política de la época. Durante dos años fue el alcalde de la ciudad, pero además ocupó los cargos de senador y diputado provincial. Desde estos puestos de responsabilidad defendió la ciudad. Promovió el edificio El Moderno, realizó la ampliación de numerosas calles y se ocupó de ayudar a los vecinos que pasaban por dificultades a través de diversas asociaciones benéficas.
Su vivienda
El Conde de Torrecedeira, al que le fue concedida también la Gran Cruz de Isabel la Católica, construyó una casa en 1910 que fue un símbolo de la arquitectura urbana. Diseñada por José Franco Montes, estaba ubicada en la confluencia de las calles Marqués de Valladares y Colón. Era estrecha, según los informes de la época, y constaba de tres alturas. Por allí pasaron muchos vigueses que le rendían visita. Con un diseño espectacular, fue derribaba en 1970, algo que provocó numerosas críticas de la sociedad viguesa. Fue en esa casa donde murió el 14 de enero de 1908 después de una larga enfermedad.
En FARO se publicaron numerosas esquelas y su entierro constituyó una gran manifestación de duelo. Ese día se suspendieron las actividades en todos los centros sociales, las banderas ondearon a media hasta y la Guardia Municipal realizó una comitiva de honor.
Casado con Dolores de Andrés, dejó cinco hijos. Manuel Bárcena de Andrés heredó el título de Conde de Torrecedeira. Después lo también lo tuvieron Manuel Bárcena y de Castro, Felipe Bárcena de Castro y Felipe Dapena. Vigo recuerda a uno de sus hombres más importantes con una calle que incluso él mismo llegó desarrollar cuando la ciudad se encontraba en plena expansión.
