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Chile recurre al satélite vigués Serpens para monitorizar su actividad sísmica

El equipo de Aguado enviará un sensor a la Universidad Austral, en Valdivia, y otro a la de Cal Poly, en EE UU -El "cubesat" hispanobrasileño ya cumplió sus objetivos "al 100%"

100 días en el espacio y apto para "entornos reales" | Ingenieros de los campus de Vigo y Ourense integrados en la Agrupación Aeroespacial realizaron la semana pasada una demostración en directo y abierta al público del funcionamiento de la constelación Humsat. "El sistema funciona perfectamente en entornos reales", destaca Fernando Aguado. La prueba se realizó en el centro de control de cuenca de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, en la ciudad de As Burgas, y fue dirigida por el profesor Arno Formella (en la imagen). El Serpens transmitió en directo datos de temperatura, altura, PH y oxígeno desde la estación de medición situada en el Miño a la sala de control donde se encontraban los investigadores.

Chile pondrá a prueba la red viguesa de nanosatélites Humsat para monitorizar su actividad sísmica. El equipo del profesor Fernando Aguado ha desarrollado un modelo de sensor automatizado que enviará en unos días a la Universidad Austral, ubicada en la ciudad de Valdivia, para que retransmita la información ambiental recogida sobre el terreno a través del satélite Serpens.

El tercer cubesat de la Agrupación Aeroespacial alcanza este sábado los cien días en órbita con su misión cumplida. "Los objetivos iniciales se han realizado absolutamente al 100%. Y todo funciona según lo previsto", celebra Aguado.

El satélite, desarrollado en colaboración con la Universidad de Brasilia, se incorporó el pasado septiembre a la constelación Humsat tras su eyección desde la Estación Espacial Internacional con el propósito de testar un sistema mejorado de recogida y transmisión de los datos que le envían varios sensores instalados en Vigo, Pontevedra y Brasil.

La verificación ha sido un éxito y el proyecto se extenderá ahora a Chile y a EE UU con nuevos dispositivos diseñados por los ingenieros del campus vigués. Se trata de "versiones evolucionadas" que funcionan de forma autónoma y que generan su propia potencia a través de energía solar. De pequeñas dimensiones -unos 10x5 centímetros-, están diseñados para permanecer a la intemperie y su instalación se realiza de forma "directa y automática".

El dispositivo que ya está listo para ser enviado a la Universidad Austral, una de las mejores del país, incorpora un geófono para medir los movimientos producidos en el suelo. Chile tiene una elevada actividad sísmica ya que toda su costa coincide con el límite de la placa tectónica de Nazca, que choca contra la Sudamericana. Valdivia registró en 1960 un sismo de 9,5 grados, el de mayor magnitud en la historia de la humanidad, que también originó un tsunami y dejó sin hogar a 2 millones de personas.

La ciudad se encuentra además en una zona volcánica y el pasado abril las clases se suspendieron en el campus ante la llegada de cenizas originadas por la erupción del Calbuco.

"El sensor se comenzará a probar a principios de enero. Los investigadores de la Universidad Austral están muy interesados en conocer la viabilidad de la red Humsat para transmitir información sismológica", apunta Aguado.

La Universidad de Cal Poly, en California, recibirá en breve otra de estas terminales, que también serán enviadas a Brasilia para que amplíe su actual cobertura experimental de datos ambientales.

La carga útil del Serpens supone una mejora de la de su predecesor, el HumSat-D, y está permitiendo una comunicación estable a pesar de operar en una banda con niveles altos de interferencias.

"Se trata de la banda en la que operan los radioaficionados y la actividad es grande. Somos considerados un servicio secundario y sin prioridad, por eso hemos integrado un sistema de caracterización de emisiones que nos permita trabajar", explica Aguado.

El Serpens orbita actualmente a menos de 370 kilómetros de distancia de la Tierra y el sistema de pases sobre la estación de control del campus ya funciona de manera automática: "Realiza entre 5 y 6 al día, pero solo utilizamos 1 o 2 cada semana para programar toda la actividad en cuanto a recepción y envío de datos al equipo de operaciones de Vigo".

Debido a su órbita, el cubesat hispanobrasileño tendrá una vida más corta que sus dos predecesores -HumSat-D y XaTcobeo- y se desintegrará antes en la atmósfera. Los ingenieros vigueses prevén que permanezca operativo hasta "finales de marzo", aunque podrán ir ajustando más sus cálculos a medida que avance la misión.

Brasil recurrió a la red Humsat para probar su funcionalidad a la hora de recoger datos ambientales del país. La constelación diseñada y coordinada desde Vigo, que tiene el apoyo de la ONU y la ESA, conjuga el uso de nanosatélites y sensores de bajo coste para crear un sistema de comunicación que comparte entre los usuarios la información registrada en cualquier parte del planeta con fines científicos o humanitarios.

Además de Vigo y Brasilia, el proyecto también ha reunido a las universidades de Santa Catarina, ABC, Minas Gerais y Fluminense, así como la Sapienza (Roma) y las estadounidenses Cal Poly y Morehead. El país sudamericano ya piensa en un Serpens 2, en el que el equipo de Aguado podría reeditar su colaboración. "De momento están evaluando la misión que quieren desarrollar y nosotros estamos centrados en la actual", apunta sobre esta posibilidad el coordinador de la Agrupación Aeroespacial.

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