Las obras en la fachada portuaria de A Coruña avanzan uno nuevo capítulo en el ya encendido enfrentamiento que mantiene el Concello de esta ciudad -gobernado por Marea Atlántica- con la Autoridad Portuaria por la mastodóntica terminal exterior en Punta Langosteira. Como ocurre con la infraestructura portuaria ahora se descubre el sobrecoste de 2,6 millones en las actuaciones del túnel de la Marina y la urbanización de esta superficie. El problema reside en quién pagará la diferencia.
A falta de un mes escaso para concluirlas, las dos obras realizadas en la Marina fueron pactadas por Puerto y el anterior gobierno local de Carlos Negreira (PP) para completar la transformación de la fachada portuaria coruñesa que se inició con la construcción del túnel de O Parrote y un parking subterráneo donde la Xunta apoquinó 12 de los 14 millones que costaron. Pero los cálculos barajados entonces por las dos instituciones sobre la inversión que necesitarían las actuaciones en la Marina distan bastante de la realidad. En total suman 17,3 millones, pese a que el monto debería situarse en 14,6, que es la cifra resultante de los importes de adjudicación (10,8 millones, el túnel, y 3,8, la reforma en superficie). En concreto, esos 2,6 millones a mayores representan un incremento sobre la inversión prevista inicialmente para estos proyectos del 18%.
Este sobrecoste se desprende del Plan de Empresa 2016 que la semana pasada aprobó el consejo de administración de la Autoridad Portuaria. Este documento recoge los gastos correspondientes a las citadas adjudicaciones del túnel y de la urbanización, y reconoce otros por importe de 2,6 millones invertidos bajo la denominación "resto de actuaciones", un concepto que la entidad tampoco detalla en el plan de empresa.
En virtud del convenio suscrito por la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de A Coruña para la financiación de la transformación de la Marina, el gobierno local acabó aportando 10,5 millones procedentes de un préstamo solicitado por el Ejecutivo popular, mientras que el Puerto, que el pasado mes de agosto advertía al actual Gobierno local de que debía 10 millones a las empresas que obran en la Marina, se comprometió a pagar dos.
Sorprende los problemas surgidos ahora con estas dos obras cuando en el momento de su adjudicación se subrayó el ahorro respecto a lo que se tenía pensado gastar. En el vial subterráneo se estimaba un coste de 16,5 millones pero se adjudicó en 5,7 menos, 10,8 millones en total. Su construcción arrancó en mayo de 2014 y el túnel se puso en servicio un año después, dos semanas antes de las elecciones municipales. En la actualidad solo le falta el enlace con otro túnel, el de O Parrote, que debería estar listo este mes de noviembre, según el último cálculo comunicado por el Puerto, que desde el verano ha ido retrasando cada mes la conclusión definitiva.
A la urbanización en superficie de la Marina le quedan retoques en la zona en la que conectarán los dos túneles, además de la retirada de las vallas de obra que separan las áreas peatonales de los carriles por donde la circulación de vehículos estará restringida cuando se produzca la apertura final. También esta reforma costó menos de lo previsto: se licitó por 5,6 millones y se adjudicó por 3,8 Sin embargo, al final, con ese sobrecoste de 2,6 millones, la inversión en la transformación de la Marina asciende a 17,3 millones.
