¡Preparados, listos ya!. Los galardonados en la nueva edición de la gala del Deporte Universitario están cansados de oír estas tres palabras, pero no solo cuando salen a correr a la pista o al campo o pedana, sino también a pocos segundos de comenzar un examen. Y es que este el objetivo último de estos premios, condecorar a aquellas personas que destacan tanto por su éxitos en las diferentes competiciones como por su labor estudiantil.

Este año, el Centro Social Afundación de Vigo acogió la celebración de la gala. En total se entregaron 26 premios dentro de las diferentes categorías. El acto fue presentado por la periodista Noelia Otero, amenizado por el dúo Sede de Mal y la madrina de estos premios fue la mejor jugadora gallega de balonmano de todos los tiempos, Begoña Fernández, recientemente retirada y encargada de repartir los primeros premios de la noche. El Subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, y el concejal de Deportes, Manel Fernández también hicieron entrega de alguno de estos reconocimientos.

Como novedad este año, se destaca la aparición de una condecoración nueva. Se trata de una apuesta por el deporte base. Aquí se inicia todo, si el deportista entiendes desde pequeño los valores y disciplina del deporte, puede llegar a competir al máximo nivel cuando sean adultos. El primer galardonado dentro de esta sección fue el Club de Gimnasia Acrobática Flic Flac de Vigo.

Otros de los premios fueron a caer a manos del Club de Ajedrez de la Universidad de Vigo y también, por su labor conciliadora entre deporte y estudio, a los equipos de balonmano de Pontevedra.

Dos de los tres premios estrella de la noche cayeron en manos conocidas.

Eduardo Vieira, Premio Vida

Por un lado, el galardón al Deportista Universitario del Año fue a parar al jugador del Celta Borja Fernández. Tras una gran temporada con el filial celeste, el centrocampista vigués subió al primer equipo, con el que ya disputó seis partidos en la campaña pasada.

Otro 'viejo' conocido del panorama deportivo también recogió su trofeo. El empresario y atleta Eduardo Vieira, principal promotor allá por el 2000 de la media maratón Vig-Bay, se alzó con el Premio Vida por su extensa trayectoria personal y deportiva.

Uno de los casos más llamativos lo protagonizó Rubén Fernández. Este ajedrecista del Club Deportivo Universidade de Vigo subió al escenario a recoger su trofeo con tan solo 10 añitos. Se trata de una de las promesas del equipo, ya que edad tiene para aprender y mejorar.

A continuación se entregaron los Premios de Excelencia Deportiva a aquellos que mejor compaginen sus estudios con el deporte que realizan.

Estas distinciones fueron las que clausuraron el acto y fueron entregadas por el rector de la UVigo, Salustiano Mato. Los premiados fueron seis alumnos y jugadores de élite de balonmano, fútbol, atletismo, natación y esgrima.

Marta Canella, Íngrid Gómez, Manuel Jesús Rodríguez, Diego Paz, Pablo Gómez y Judith Rodríguez, la más premiada de la noche al recibir dos trofeos, se alzaron con los galardones más importantes y se convierten así en todo un ejemplo al demostrar que compaginar deporte y un nivel de estudios óptimo es posible gracias al esfuerzo, tesón, trabajo y afán de superación.