Todo el espacio de San Roque conserva una gran historia que se inició en 1598. Fue en esa época cuando Vigo sufrió una terrible epidemia que provocó más de dos mil muertes. La mortal enfermedad remitió y muchos vieron en San Roque a su salvador. Construyeron una capilla para rendirle homenaje y tributo, según algunos documentos de esa etapa. En su interior todavía se conservan, después de ser restaurados, los retablos del santo, La Dolorosa y Nuestra Señora del Rosario. A todos ellos se les rindió culto durante muchos años.
En 1688 se inició la construcción del paso. Su primer propietario fue Méndez de Sotomayor, una de las familias más acaudaladas. Encargó un diseño de dos niveles y destacaba por los amplios espacios. Tiene más de metros cuadrados. La planta noble ocupa más de 400. A lo largo de su historia fue ocupado por numerosas personas al cambiar de dueños. Durante una larga época fue la residencia del Comandante de Marina de Vigo, una de las personas que ejercía un gran poder en la ciudad.
El Conde Villar de Fuentes vendió a la Caja de Ahorros de Vigo todo el espacio en 1925 a la Caja de Ahorros de Vigo. La extensión de terreno era de 17.000 metros cuadrados, pero la entidad tenía ambiciosos planes que se desarrollarían durante años posteriores. La entidad abonó 400.000 pesetas y se comprometió a respetar todos los lugares y edificaciones que existía.
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El acuerdo no fue sencillo. Adolfo Gregorio Espino, alcalde de la ciudad, fue uno de los impulsores de esta compra. El asunto fue debatido en varios plenos y al final contó con la aprobación de los ediles. Incluso se nombró una comisión de seguimiento para garantizar los aspectos jurídicos de la venta. Las escrituras se firmaron varias semanas después de llegar a un acuerdo. El ayuntamiento tenía el control absoluto de la Caja de Ahorros y todas las decisiones importantes pasaban por el consistorio.
El Decano informaba en sus páginas de la importancia del acuerdo. Y ya en aquella época se desvelaba el valor de la adquisición. La propiedad pasaba de manos privadas a un ente público, por lo que era necesario que todos los ciudadanos pudieran disfrutar de un gran patrimonio, tanto artístico como lúdico.
Diez años después de formalizarse el traspaso, de nuevo se produce otro acontecimiento importante. En Vigo se ejecuta el denominado Plan de Extensión, que incluye la mejora de determinados espacios públicos. Diseñado por Antonio Palacios, en el proyecto también se detalla los trabajos que se realizarían en San Roque, un lugar abierto a todos.
Pero la Caja de Ahorros de Vigo, ya desaparecida, tenía encima de la mesa numerosos planes para la ampliación del recinto. También había adquirido un terreno de 100.000 metros cuadrados. En el mismo construyó casas y el Colegio Hogar. En 1948 se puso la primera piedra de este centro educativo y el 5 de enero de 1949 entraron en sus aulas los primeros nueve alumnos.
La entidad académica, cuyo proyecto era íntegro de la entidad financiera, estaba enfocado a ofrecer estudios a los jóvenes con menos recursos. Poco a poco fue ampliando sus instalaciones y al cabo del tiempo también se transformó en una escuela para formar trabajadores. Muchos vigueses estuvieron en sus clases y numerosos se incorporaron después a la empresa Citroën.
No se olvidó del deporte. El fútbol y el baloncesto fueron las grandes apuestas. El emblemático campo de tierra se convirtió en un lugar emblemático. Por allí pasaron numerosas generaciones de futbolistas. El equipo juvenil llegó a competir a nivel nacional. Y el de baloncesto fue una referencia en la ciudad. En todo ello tuvo mucho que ver Raimundo Sendino, un apasionado del deporte.
San Roque es uno de los emblemas de la ciudad y también un punto de encuentro para los vigueses. El parque público fue renovado totalmente en la última década y en el mismo se realizan diversas actividades. Una de las más importantes es la fiesta de San Roque que congrega miles de personas durante varios día en el mes de agosto. En el recinto se pueden encontrar un total de 28 variedades de árboles.
San Roque ha sobrevivido a todos los cambios que sufrido. Después de pertenecer a la Caja de Ahorros de Vigo, pasó a Caixavigo, Caixanova, Novagaliciabanco y en la actualidad a Abanca. La capilla sigue siendo un lugar de culto y peregrinación para muchos vigueses. Y en su pazo se pueden realizar actos culturales y sociales. El entorno presenta un aspecto cuidado.
