La demanda de usuarios del autobús urbano vuelve a crecer tras haber tocado fondo en 2014 y después de tres años consecutivos de caída. Según fuentes oficiales de la concesionaria del transporte público, en los diez primeros meses de este año se ha revertido la tendencia negativa que arrastra desde 2011 y, en lo que va de ejercicio, acumula entorno a 14.000 viajeros más que en el mismo periodo del año pasado.
Esta cifra, aunque positiva, está sin embargo por debajo de la prevista debido principalmente -aseguran desde Vitrasa- a las malas condiciones climatológicas que se dieron a lo largo de los meses estivales. "El buen o el mal tiempo condiciona mucho la demanda durante la época estival. Y el de este año no ha sido bueno, lo que ha impedido que crezcamos al nivel que esperábamos", explica el director de Vitrasa, Juan Carlos Villarino.
Sus previsiones eran que ya tras los meses veraniegos la tendencia negativa se frenara, sin embargo no ha sido hasta el cierre del pasado mes de octubre cuando Vitrasa ha logrado ganar viajeros en el cómputo global del año respecto al ejercicio anterior. "Si hubiera sido un año normal, podríamos estar hablando ya de varios cientos de miles de viajeros más respecto a 2014. Cerraremos en positivo, pero no de la forma holgada que se preveía", apunta Villarino.
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El principal argumento que esgrimen desde la concesionaria de autocares para explicar tanto la pérdida de viajeros en los últimos años como para justificar ahora el cambio de tendencia es la crisis económica. "No es algo exclusivo de Vigo, sino que es una evolución que se ve a nivel nacional. La desaceleración económica y el paro ha repercutido en la caída de viajeros. Ahora se nota una mejora de la situación y se comienza a percibir también en el aumento de usuarios del transporte público", explica el máximo responsable de la concesionaria.
Lo cierto es que aunque Vitrasa prevé que las buenas cifras se mantengan en noviembre y diciembre y cierre el año con más viajeros que en 2014, la cifra final quedará todavía muy lejos del máximo histórico alcanzado en 2008. En aquel ejercicio el transporte público cerró con 22,8 millones de usuarios, de los que 1,4 fueron transbordos y el resto, de pago. Desde entonces la caída fue incesante a excepción de en 2011, cuando se produjo el único crecimiento. El año pasado tocó fondo con 21 millones de pasajeros, de los que 1,6 fueron transbordos. Todo a punta que las cifras de este año estarán ligeramente por encima de las del ejercicio pasado. En los últimos siete años el transporte público vigués se ha quedado sin casi dos millones de clientes.
De los diez meses que van de 2015, en seis los buses urbanos tuvieron más demanda que el año pasado. El mejor de ellos se corresponde precisamente con el inicio del verano, junio, donde obtuvo 80.621 pasajeros más que en 2014. Sin embargo, en julio, debido a la coincidencia de muchos días de mal tiempo que influyen en las líneas a las playas, se perdieron más de 2.000.
