La última víctima de violencia machista que el jueves se precipitó desde un tercer piso en O Calvario había acudido en dos ocasiones al centro de emergencia del Concello de Vigo y lo había abandonado de forma voluntaria. El alcalde, Abel Caballero, acaba de explicar que la última vez en que se tuvo contacto con ella fue el pasado martes, cuando la propia concejala de Igualdad y una técnica intentaron convencerla para que se quedase a dormir. Al parecer, en esa conversación, María José R.F, de 71 años y origen portugués, manifestó al equipo municipal que ya podía volver a casa porque su pareja sentimental ya la habría abandonado.

"No quería estar en el centro de acogida", puntualizó el regidor vigués, quien explicó que había constancia de que la víctima había dormido en casa del párroco y buscado acomodo entre sus conocidos. "Se hicieron todos los intentos posibles para convencerla pero desafortunadamente no aceptó", puntualizó Caballero, tras participar en la concentración de repulsa convocada de urgencia a mediodía frente a las puertas del Ayuntamiento. Avanzó que como presidente de la FEMP se impulsará una campaña específica de sensibilización para luchar contra esta lacra.