La calle Menéndez Pelayo y Avenida de Camelias están un poco más cerca. El Concello puso ayer en marcha el ascensor urbano -el primero de la ciudad- que salva el pronunciado desnivel que separa ambos viales. El elevador tiene capacidad para 25 personas y su cabina recorre un raíl de 32 metros en cerca de 45 segundos. Durante el trayecto, cubre los 20 metros de desnivel entre los dos barrios. Según explicó el alcalde, Abel Caballero, durante una hora de funcionamiento el ascensor "puede mover a 2.000 o 3.000 personas". "Mostramos que se pueden vencer las dificultades de la orografía. Esto es una forma de hacer un Vigo nuevo", remarcó Caballero, quien acudió a la inauguración acompañado por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva y los ediles de Fomento y Hacienda, David Regades y Jaime Aneiros, respectivamente. A la cita acudieron también representantes de la empresa viguesa Enor, que fue la encargada de construir toda la maquinaria.

"El ascensor está fabricado íntegramente en Vigo. Queremos que se sepa que tenemos la tecnología en la ciudad", remarcó Caballero, quien avanzó que la cabina funcionará los siete días de la semana, entre las 07.00 y las 23.00 h, aunque el horario podrá adaptarse en función de la demanda. Su presupuesto fue de 490.000 euros -la partida inicial era algo superior, de 630.000 euros- y según estimaciones del Concello beneficiará a un entorno en el que residen 20.000 vecinos. Durante la inauguración Caballero no descartó su prolongación, como propuso algún vecino. "No es una mala idea continuar por el parque hacia Torrecedeira", anotó el regidor.

El ascensor se enmarca en el ambicioso proyecto "Vigo Vertical", con el que el Concello busca salvar las dificultades de la orografía local. Su primera iniciativa fueron las escaleras mecánica de II República, situadas al lado de Porta do Sol y que se pusieron en marcha en enero. Ayer Caballero avanzó que la segunda fase de ese proyecto, que permitirá conectar con el Paseo de Granada, arrancará el próximo marzo. "Me gustaría que estuviera acabada en las navidades del 2016", comentó el regidor.

"El 'Vigo Vertical' es muy importante. Vigo es una ciudad en montaña llena de desniveles que impiden que la ciudad se conecte de forma cómoda. Esto es una forma de hacer un Vigo nuevo", valoró Caballero. En su opinión, el ascensor entre Camelias y Menéndez Pelayo es sin embargo una actuación "especialmente ambiciosa por lo que significa además de tecnología, estética y rapidez". "Tiene una gran capacidad y estamos muy satisfechos y orgullosos", zanjó.

Según se concretó en su día, "Vigo Vertical" plantea otros seis puntos en los que instalar sistemas mecánicos que permitan salvar los desniveles. Entre ellos figuran varios en el Casco Vello, otra desde Serafín Avendaño a la estación del AVE, una por García Barbón a través de Praza de Portugal y otra por Ecuador y Venezuela. El elevador urbano cubre un tramo del eje para comunicar el Auditorio "Mar de Vigo" e Hispanidad con sistemas mecánicos a largo plazo.

La instalación del ascensor incluyó además el acondicionamiento del entorno, en el que se construyó una plazoleta e instaló mobiliario urbano e iluminación. El ascensor de camelias está pintado con un color rojo similar al de la cubierta de las escaleras de Príncipe. Hace justo un mes los técnicos arrancaron su fase de pruebas.