A los quirófanos del Álvaro Cunqueiro les está costando despegar. La previsión de la Dirección era que "a principios de octubre" estarían a pleno rendimiento los 20 de cirugía programada con los que cuenta, pero esta semana aún se mantendrá una cuarta parte de ellos inoperativos. El Sergas atribuye el incumplimiento de las previsiones ofrecidas el 22 de septiembre a que muchos profesionales aún están disfrutando de unas vacaciones que retrasaron por el proceso de traslado y a que se están utilizando los recursos existentes p ara aumentar la actividad en el Meixoeiro. La junta de personal, en cambio, entiende que es la esterilización del material quirúrgico la que está provocando los mayores problemas.

El nuevo hospital, a lo largo de la semana, operará a 118 pacientes. Para ello, tendrá operativos 14 o 15 quirófanos programados, según el día, el mismo nivel de actividad que preveían ya para el 28 de septiembre. Es el mismo número de salas de las que disponía el Xeral para esta cirugía. La diferencia es que ahora el Álvaro Cunqueiro concentra todas operaciones complejas del Chuvi y los 12 quirófanos del Meixoeiro se destinan solo a cirugías ambulatorias o de corta estancia. Entre el lunes y el viernes, este hospital realizará hasta 327 operaciones, lo que eleva el número de personas intervenidas en el complejo a 455. Una cifra con la que el Sergas se muestra "muy satisfecho". Sigue echando mano de su convenio con clínicas privadas para derivar operaciones y asegura que seguirá haciéndolo hasta "consumir el último céntimo de las partidas destinadas a ello y mientras que la lista de espera no esté a la altura de la media gallega".

La falta de material quirúrgico desinfectado obligó a suspender cirugías desde la primera semana de actividad de los quirófanos del Álvaro Cunqueiro. Pilar Pousa, trabajadora de la central de esterilización del Meixoeiro compareció ayer para desvincular estos problemas del funcionamiento de la unidad -que cuenta con una exigente certificación de calidad desde el 2002- y apuntó a que, con la puesta en marcha del nuevo hospital, el circuito que recorre el instrumental para ser limpiado es "más largo" y su transporte "no es el adecuado", ya que "se mezcla lo limpio y lo sucio".

El sistema es el mismo que antes del traslado. Se use en el hospital que se use, el material se lava en el Xeral y, luego, se envía al Meixoeiro, donde se esteriliza, antes de trasladarlo a dónde se volverá a utilizar. Lo que cambia es que entra en juego un centro más, el Cunqueiro, y que de su transporte ya no se encargan los celadores, sino la empresa Servimóvil. Pousa entiende que el circuito "se ha duplicado" y no se ha dotado de más material, lo que lo hace "inviable". Entiende que no se ha planificado bien y lo considera "una deficiencia muy grave". Denuncia que la subcontrata no cumple los protocolos, al enviar en el mismo camión el instrumental limpio y el sucio y usar los mismos carros para una cosa y para la otra -previa limpieza-.

El Sergas admite "problemas" con este servicio y alega que el equipamiento de la nueva central, que concentrará todo el proceso en el Meixoeiro, está "a punto" de adjudicarse y calcula que se pondrá en marcha a principios de 2016.