El hombre que se suicidó tras acabar con la vida de su pareja en Vigo se iba a enfrentar a un juicio por maltrato. El presunto agresor, Pedro Antonio Rodríguez, de 55 años y natural de Castelo de Paiva (en Aveiro), tenía antecedentes por dos denuncias interpuestas el año pasado. La primera de ellas fue archivada, ya que la víctima, Silvina de Oliveira, de 33 años, rechazó continuar con la demanda. Sí prosperó la segunda gracias a los testigos, ya que la mujer quiso desentenderse del proceso judicial.

La Policía sospecha que Silvina llevaba dos días muerta y oculta en el armario de una habitación que alquilaban en una vivienda de la Avenida do Fragoso. La última vez que se vio a la pareja fue el jueves por la noche en una terraza de dicha calle. Según relatan los testigos, discutieron, él le pegó una bofetada y ella se marchó para casa.

El viernes la Policía acudió a su domicilio tras una alerta por agresiones. Al parecer las peleas eran frecuentes en la pareja, y él también la había denunciado a ella. Hasta el lugar acudió una ambulancia ya que el hombre se encontraba en estado de embriaguez.

Un compañero de piso fue el último que vio con vida a Pedro Antonio el fin de semana y lo encontró deprimido. Ayer entró en su habitación y se lo encontró muerto.

En el registro de la habitación, la Policía halló una nota en la que el presunto agresor confesaba haber matado a su pareja de una paliza. Los agentes descubrieron el cuerpo de Silvina dentro de un armario.

El análisis forense determinará cuándo y cómo murió la segunda víctima mortal de la violencia machista en Vigo en menos de un mes.