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El control de los límites de velocidad en el casco urbano

Todos los radares fijos y el coche camuflado en Vigo multan ya de frente

"El objetivo es velar por el cumplimiento de los límites para preservar la seguridad", justifica la Concejalía de Tráfico. Las dos cabinas de Clara Campoamor y las tres del túnel de Beiramar, las que más excesos de velocidad detectan

Uno de los radares fijo ubicados en Vigo // MARTA G.BREA

Todos los radares de la Policía Local de Vigo disparan ya tanto a la matrícula trasera como a la delantera de los coches cuyos pilotos superan a su paso los límites de velocidad permitidos. Como adelantó este periódico, los del túnel de Beiramar fueron los primeros en activarse para detectar infracciones en ambos sentidos de la marcha; le siguieron los de Clara Campoamor y, tras irse poniendo en marcha progresivamente el resto de los que están operativos en la ciudad, a día de hoy, y según confirmaron fuentes municipales a este periódico, la totalidad de cinemómetros fotografían ya también de frente.

"El objetivo es moderar la velocidad y velar por el cumplimiento de los límites para preservar la seguridad vial. Cuando los radares denunciaban solo en una dirección, muchos de los vehículos que circulaban en sentido contrario sobrepasaban los límites permitidos al saber que no iban a ser multados", justifican fuentes oficiales de la Concejalía de Tráfico y Seguridad.

La Policía Local dispone actualmente de tres radares fijos que alterna por siete cabinas diferentes ubicadas en el túnel de Beiramar (3) y en las avenidas de Europa, Samil, Castrelos y Clara Campoamor (2). Además, tiene un vehículo camuflado (Citroën C3) que lleva incorporado un cuarto cinemómetro y que vigila decenas de calles a lo largo del año, tanto del casco urbano como de las parroquias. Solo en 2014 controló en torno a una veintena de viales diferentes.

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La decisión de activar los radares para que fotografiaran también en el sentido opuesto de la marcha al que están orientados se tomó el año pasado. Fue a raíz de los "graves" riesgos para la seguridad rodada que los técnicos municipales observaron inicialmente en el túnel de Beiramar, donde detectaron que decenas de conductores exprimían al máximo sus vehículos en aquellos tramos donde sabían que la cabina del radar no les iba a fotografiar al saber que solo funcionaban en un sentido. Las cifras de infracciones del primer día que operaron cubriendo los cuatro carriles desvelaron los peores presagios de los agentes locales. En una sola jornada se detectaron 800 infracciones por exceso de velocidad en el interior del túnel, prácticamente todas en los carriles que hasta ese momento estaban "ciegos" para las tres cabinas que hay en el subterráneo. La media diaria hasta entonces era de solo 12 multas. Pero no solo el número de denuncias fue preocupante, sino también las velocidades detectadas. Y es que la media de los denunciados fue de 93 km/h, cuando el túnel está limitado a solo 50 km/h. El caso más grave fue el de un piloto sorprendido a 130 km/h.

Señalización

La Concejalía de Tráfico ha culminado también la instalación de las señales en los tramos donde hay radares fijos y en las que se informa que la velocidad está también controlada en sentido opuesto. Hasta ahora estas indicaciones solo existían en los carriles en los que funcionaban los radares, como por ejemplo en los descendentes de la avenida de Europa o en dirección al centro en la avenida de Samil. Pero ahora también se han colocado en el otro lado varios metros antes de llegar a la cabina que, pese a encontrarse en el arcén opuesto, también dispara si se supera el límite de velocidad permitido yendo en sentido contrario.

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