La atención hospitalaria en la ciudad de Vigo escribe ya un nuevo capítulo de su historia. Tras 60 años en activo, el Xeral dio ayer el relevo al Álvaro Cunqueiro como la mayor maternidad de Galicia y le trasvasó sus urgencias. Así, el primero echó ayer el cierre como hospital y el segundo, culminó la puesta en marcha de todos sus servicios. Desde que el 29 de junio se inició el proceso de traslado al complejo de Beade, la de ayer fue la jornada más emotiva, pero también la más intensa. Desde las ocho de la mañana y durante las siguientes diez horas, el Sergas desplazó desde el vetusto 'pirulí' al nuevo buque insignia del Chuvi a 18 niños ingresados en Pediatría, un pequeño de la UCI pediátrica, 3 incubadoras de la UCI de neonatos y 32 cunas de recién nacidos, así como las 32 mujeres que les habían dado a luz y otras siete que esperaban alumbrar las siguientes horas. Con su salida, se vació la hospitalización del Xeral.

Entre el personal de urgencias del Xeral las emociones estaban a flor de piel. Durante la noche del miércoles al jueves, tuvieron "bastante menos carga" de trabajo que una habitual -"aunque con algún caso importante"-, lo que les permitió despedirse en un "ambiente festivo", describía ya por la mañana la médico, Hortensia Rodríguez Bouza. Personal de Enfermería que estaba de descanso no dudó en acudir para sumarse a las cenas de despedida. "Esto parecía fin de año", relata la doctora. Otros, más nostálgicos, decidieron "uniformarse para un día de luto". "Dejamos un gran hospital y nos vamos a lo desconocido", transmite la enfermera Ana Pena, con la silueta del Xeral y la fecha de ayer sobre el fondo negro de su camiseta. No les apetecía mudarse a Beade y no lo ocultaron: "Este es un hospital más pequeño, con un trato más directo con el paciente; la impresión que nos da el nuevo es de deshumanizado". A las 8.00 horas, echaron el cierre con un paciente en box y otros cuatro, en camas de observación. A las 11.08, el retén de dos médicos y personal de enfermería que se quedó para resolver estos casos, había terminado. En ese tiempo, hasta cinco personas habían acudido despistadas a las instalaciones.

En el Álvaro Cunqueiro, el ambiente era de expectación y, entre el personal que lo pisaba por primera vez, de cierto desconcierto. Estaba previsto abrir las urgencias al tiempo que cerraban las del Xeral -a las 8.00 horas-. Sin embargo, la primera paciente, Lía Nogueira, atravesó su umbral media hora antes, ya que su madre, Loles Simón, estaba convencida de que el servicio había abierto hacía una semana. El personal no dudó en dejarlas pasar igual. El primer caso de adultos llegó pasadas las 8.15. Fue el de Peregrina Rodríguez, que acudía con una lesión en su muñeca, tras un accidente doméstico. Reside junto al Xeral, pero reside en estos momentos con su hija y su yerno, que el día anterior, precisamente, habían leído el cambio de las urgencias.

Esta puerta de urgencias que ayer se abrió en Beade se convierte hoy en única en la red pública del área sanitaria, al incorporar desde las 8 de la mañana las del Meixoeiro. El Sergas calcula que, cada día, los más de 261 médicos, enfermeras y auxiliares del servicio, atenderán unos 500 enfermos -media registrada en 2014-. La experiencia indica que, al alejarlas del centro de la ciudad, la frecuentación suele bajar. Ayer, en el estreno, fueron menos los que se acercaron por la mañana. "No diría tanto por la tarde", explicaba el jefe de servicio Luís Amador, a la espera de disponer de datos finales. Eran 143 los que habían atendido a las 17.00 horas..

Las 8 fueron una hora clave ayer. También supuso el pistoletazo de salida para el traslado de los 93 ingresados del área materno-infantil. Tener las plantillas de estas unidades divididas en los dos hospitales, las ponía al límite de su capacidad, por lo que se intentó concentrar lo máximo posible. Un equipo médico se encargó de trasladar a los críticos de la UCI pediátrica y neonatal. Para los segundos -en total, 3- se empleó una incubadora de transporte del Chuvi -se usan en casos muy excepcionales- y se solicitó otra a Santiago. Su anclaje y desanclaje a la ambulancia no son tarea sencilla. Para la recta final de traslados se dejó a los 18 ingresados en Pediatría. En su nuevo espacio de hospitalización cuentan con 46 habitaciones y la previsión inicial de tener operativas 64 -hasta 82, para absorber picos-, nueve de ellas para cirugías. La unidad neonatal dispone de 42 puestos, 25 para cuidados intermedios y 17 para UCI. Esta última es la que más aumenta con el cambio, desde las 8 incubadoras del Xeral. La UCI pediátrica atiende otros 6 puestos.

Los dispositivos para trasladar al resto de recién nacidos y a sus progenitores constaba de tres ambulancias. En dos de ellas viajaban en camilla las madres, acompañadas cada una por una enfermera. En la tercera se trasladaban juntas las dos cunas, y supervisadas por ambos padres. Así, hasta dieciséis veces. En el acceso por el que entraron al complejo de Beade, les esperaba el gerente del área sanitaria, Félix Rubial, para verificar sus datos y darles la bienvenida. Tuvo que aguantar de las madres más de una crítica. Una de las puérpera, que llegó sobre las 12 horas, le abroncó. Había dado a luz el miércoles y no se pudo duchar ayer antes del traslado a Beade porque les habían cortado el agua caliente en el Xeral ya a las 9.30 horas. "Y aún encima quiere que le dé la bienvenida, pues estoy enfadada", le espetó.

"A pesar de la dificultad que entrañaba el traslado de hoy [por ayer], gracias al esfuerzo de los profesionales, se pudo realizar con absoluta normalidad", destacó el gerente, tras concluir la mudanza.

Las urgencias y el área materno-infantil no fue lo único que se estrenó ayer en el Álvaro Cunqueiro. Los servicios de Traumatología, Cirugía Cardíaca, Cirugía Plástica, Neurocirugía realizaron sus primeras operaciones. Cardíaca elevó la complejidad de las operaciones que se están realizando en la primera semana de los quirófanos del Álvaro Cunqueiro, entre otras cosas, al realizarla con circulación extracorpórea. En total, ayer se realizaron diez intervenciones, ocho menos de las que estaban previstas a finales de la semana pasada. Solo falta que se sumen a la actividad quirúrgica Pediatría y Ginecología. Se prevé que lo hagan hoy.

Los celadores del área sanitaria de Vigo -alrededor de 450- decidieron ayer en asamblea iniciar el próximo lunes un cierre en el hall del nuevo hospital contra la externalización de una parte de sus labores, el transporte interno, para ponerlo en manos de la concesionaria del Álvaro Cunqueiro -los TIGA-. Denuncian que se trata de una "privatización encubierta" que supone "un primer paso para la desaparición" de su colectivo. Están a la espera de que los servicios jurídicos de la junta de personal les confirmen que no cometen ninguna infracción con esta acción. Su pretensión es hacer turnos en el acceso principal del Álvaro Cunqueiro para mantener el cierre, al menos, hasta la huelga de 24 horas que los representantes laborales del Chuvi convocarán para el 13 de octubre. A él se irán sumando distintos colectivos. Explican que esta externalización supondrá la pérdida de puestos de trabajo de compañeros con problemas de salud y personas con discapacidad, ya que se dedicaban casi en exclusiva a estas tareas -distribución de material, traslado de muestras biológicas, medicación y documentación...) y condena a "dejar de trabajar" a los que están en las listas, "preparados y con experiencia".

Con respecto a la masiva manifestación que el 3 de septiembre colapsó el centro de la ciudad en defensa de la sanidad pública, el director general de la CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, admitió ayer en comisión parlamentaria que la cobertura de los servicios informativos de la cadena pública "no fue una actuación afortunada". Preguntado por la diputada del BNG Montse Prado, Izquierdo rechazó interferencia alguna y atribuyó el problema a la coincidencia con el telediario de la tarde y a un "error" en la estimación de la envergadura. Sostuvo que le sucedió "al conjunto de los medios". Insistió en que "la hora [de la manifestación] no era la ideal" y explicó que se percibió su magnitud minutos antes del programa, cuando ya era tarde "para enderezar el déficit". Defendió que la TVG trató de "enriquecer" la información en la web, los siguientes informativos y otros programas.

En otro orden de cosas, la portavoz local del PP Elena Muñoz, considera que hay "dilación" del Gobierno local en la tramitación de la obra para habilitar un aparcamiento gratuito anexo al hospital, así como en la puesta en práctica de mejoras en las conexiones por transporte público. Critica que la Gerencia de Urbanismo no haya iniciado la tramitación para el cambio de uso de la parcela para el aparcamiento de 500 plazas gratis y que, por lo tanto, no vaya al pleno del próximo lunes. Entiende que habrá que esperar al menos un mes y lo tilda de "boicot" del regidor al nuevo hospital.