El presidente del Tribunal de Garantías de la Universidad, adonde los demandantes también han hecho llegar su denuncia, elude pronunciarse sobre el tema, aunque recuerda que la institución dispone de vías para abordar este tipo de situaciones.

"Lo que procede es que se resuelvan por los cauces habituales y mediante el diálogo. Existen instancias como las comisiones y también un proceso de mediación que se pueden utilizan antes de llegar a una situación extrema donde el conflicto parece irresoluble", sostiene Argimiro Rojo.

El catedrático de Ciencia Política también opina sobre la judicialización de estos desencuentros: "Se ofrece una imagen de la Universidad que no es deseable ni edificante".

En noviembre de 2014, durante la lectura de su informe anual ante el Claustro, Rojo ya alertaba de la "pérdida de prestigio y credibilidad" que la institución sufría cada vez que un conflicto acababa dirimiéndose en los juzgados o investigador por el Valedor do Pobo.

Durante esa intervención, el presidente del Tribunal de Garantías también recriminó al equipo de gobierno sus "demoras y silencios" a la hora de atender sus peticiones.