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Rodolfo Hinrichs: "Si Alemania puede ayudar a los refugiados, debe hacerlo pero siempre con control"

Reconoce que la llegada de inmigrantes al país germano debe beneficiar a ambas partes: trabajo para unos y servicios para otros

Rodolfo Hinrichs con la Cruz de Caballero de la Orden del Mérito. //A. Irago

Rodolfo Hinrichs es un alemán de pro aunque con profundas raíces viguesas. Durante casi siete años fue cónsul de Alemania en Vigo. Todos aquellos germanos que tuviesen un problema podían acudir a su puerta sin la mayor demora. Su constancia y su trabajo traspasaron fronteras y llegaron a oídos de su gobierno natal, el alemán. Por ello, el presidente federal Joachim Gauk le concedió la Cruz de Caballero de la Orden del Mérito. A pesar de que lleva muchos años en Vigo, tiene familia en Alemania e inevitablemente, los refugiados que llegan a su país natal es un tema que le toca muy de cerca.

- Dejó el consulado hace un tiempo, ¿cómo ve la situación de Vigo desde su marcha?

-Pues sigue bastante igual. Mi hija se está encargando de todos los asuntos referentes al consulado y a las necesidades de los alemanes aquí en Vigo y por el momento, todo sigue bien. Seguimos manteniendo una relación estrecha con el Concello y en este caso con el alcalde Caballero para que no quede ningún punto flaco en la ciudad y poder organizarnos bien. Siempre me ha gustado tener buena relación con el mandatario en cuestión, independientemente de su partido o de quien fuese. Lo importante es poder ayudar a los ciudadanos y que no se encuentren con trabas a la hora de solucionar sus problemas.

- Usted antes y ahora su hija se encargan no sólo de Vigo, sino de los problemas de los alemanes en las cuatro provincias. ¿Cómo es el trabajo de un cónsul? ¿Todos los días tiene algún contratiempo?

- Ofrecemos ayuda a más de 2.000 alemanes que residen en Galicia con temas de pérdidas de pasaporte, carteras, DNI, y demás documentos. Normalmente, en los tres días que estamos en el consulado, siempre tenemos algún contratiempo. El más frecuente se produce con peregrinos que se han quedado sin su documentación.

- Hablando de ayudas, ¿cómo ve la situación de los refugiados en su país? Hasta hace unos días, la frontera estaba abierta, pero nuevamente se ha vuelto a cerrar.

- Es un tema muy delicado. Si Alemania puede ayudar, debe ayudar, pero tampoco se puede hacer así libremente. Hay que tener un control y venir con papeles; esto sería lo normal. Entiendo que mi país está desbordado y que por razones de seguridad se haya cerrado momentáneamente la frontera. En Hungría se ha puesto una valla pero tampoco es la solución.

- ¿Cómo debería gestionar el país germano la llegada de estos refugiados?

- Lo primero, como dije anteriormente, es llevar un control de la gente que llega. Y luego permitirles entrar en su mercado laboral para que además de favorecerlos a ellos con trabajo, también nos favorezcamos nosotros.

- ¿Cuál sería el papel de un consulado en esta situación? .

- Pues ofrecer información, poca cosa más. Los consulados no podemos ofrecer ningún otro tipo de ayuda. Se escapa de nuestra competencia: las posibilidades de ayuda es pequeña. Mi función aquí es como un subdelegado del gobierno en Alemania, y por lo tanto, no puedo hacer más que informar o asesorar.

- ¿Tiene constancia de que algún alemán que esté en Siria o que se encuentre en alguna situación de guerra haya pedido ayuda a su consulado o por ejemplo al de la embajada en Madrid?

- Por el momento, no. Ni por mi parte, ni por la parte de Annett Greiner, la cónsul de Alemania en Madrid. Sí es cierto que hay muchos alemanes esparcidos por el mundo que han necesitado nuestra ayuda, pero en ningún caso eran refugiados.

- ¿Cómo es la relación de su consulado, en este caso el que encabeza su hija, con el del resto de consulados de aquí de Vigo? ¿Tratan temas en común o cada país cuenta con sus propias normas y formas de actuar?

- Pues sí, tenemos relación los unos con los otros. Aquí en Vigo hay un total de 15 representaciones y tenemos relación con todas. Normalmente una vez al mes nos reunimos en una comida para hablar de temas en los que nos podamos ayudar los unos a los otros. Aunque sí es verdad que en cada país hay sus normas, hay aspectos que son similares y siempre es mejor ayudarse que entorpecerse.

- A pesar de que ya lleva años jubilado, ¿sigue usted involucrado en los asuntos del consulado?

-No porque no es un trabajo que sea constante con un mismo tema. Es una labor bastante rutinaria, con unos mismos procedimientos. Aunque sea igual algo monótono, tratamos temas de responsabilidad y hay que ser muy serios con este trabajo.

- ¿Además de ayudas en temas documentales, pasaportes, registros y demás, ofrecen algún otro apunte que no sea tan conocido?

- Sí, aquí en el consulado tenemos a una secretaria que se encarga una asesoramiento turístico a todos aquellos que llegan a Vigo o que vayan a visitar otra ciudad, y le indicamos un poco pues las zonas de interés, qué visitar, en qué lugares deben tener mayor cuidado. No sólo somos una oficina de registro; ofrecemos todo tipo de información que nos soliciten los turistas.

- ¿Tras su salida del consulado, a que se ha dedicado?

-El estar jubilado consume todo mi tiempo. La verdad es que ya necesitaba un poco de calma y tranquilidad, aunque decimos que no es un trabajo duro, sí requiere mucho papeleo y no cometer error es un importante.

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