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Emilio Grandío Seoane: "En 1940 Gran Bretaña señaló a Vigo como un puerto a controlar si perdía Gibraltar"

"La ciudad fue importante en el tráfico de wólfram en la Segunda Guerra Mundial, pero los últimos datos apuntan a A Coruña como lugar central para la recogida y el almacenaje"

El profesor Emilio Grandío. // Xoan Álvarez

La Segunda Guerra Mundial dejó una huella imborrable en Europa a la que Vigo no fue ajena. Con nutridas colonias de británicos y germanos, oficinas del Cable Inglés y el Cable Alemán y un puerto de calado internacional, la ciudad encaró la contienda con un escenario propio. Esta tarde el Instituto de Estudios Vigueses (IEV) analizará ese contexto y los efectos de la gran guerra en Galicia en una mesa redonda a la que asistirán la antropóloga y novelista Patricia Martínez de Vicente; los doctores en Historia Contemporánea Javier Rodríguez (de la Universidad de León) y Emilio Grandío (de la Universidad de Santiago); y los historiadores y miembros del IEV Antonio Giráldez y José Antonio Martín Curty -que preparan una trilogía sobre la Segunda Guerra mundial en Vigo-. La cita será a las 18.00 horas en la sala de conferencias de la Casa del Libro, en Velázquez Moreno, 27.

-¿Cómo afectó la Segunda Guerra Mundial a la ciudad?

-De una forma bastante relevante, ya que en aquel momento Vigo era un espacio de paso, de tránsito, un puerto importante y en pleno proceso de expansión económica. Al estar situado en el noroeste de la península, evidentemente le afectó de forma notable.

-¿Qué papel jugó la ría de Vigo a nivel geoestratégico?

-Depende de los años de la Segunda Guerra Mundial, y de quién va triunfando: el Eje o los Aliados. Vigo al principio era un puerto considerado bastante seguro para los alemanes, sobre todo por la colaboración del régimen franquista. Era un puerto que teóricamente era neutral, pero que permitía reparaciones, suministro de gasolina? A medida que va pasando el tiempo, en 1940, Gran Bretaña comienza a fijarse por una serie de circunstancias en cómo tiene que operar en la península ibérica. Y señala el puerto de Vigo -junto con el de Cádiz- como dos de los puertos a controlar en el supuesto de que Gibraltar fuera tomada por los alemanes o españoles. ¿Por qué? Por el tráfico de wólfram, porque buena parte de la flota alemana consideraba un puerto más o menos seguro a Vigo y porque además toda esa zona de tráfico del Atlántico sería controlada a través de Vigo. Son planificaciones, como muchas otras. Pero a partir de 1941 cuando se ve que eso no es factible esas planificaciones van cayendo porque Gibraltar se convierte en un objetivo menos buscado por los nazis en el Mediterráneo. Además lo primero que hacen los aliados es controlar el espacio sur de España y la costa norte de África. Controlada la costa norte de África y remodelada las defensas de Gibraltar, la importancia e influencia del control de Vigo y Cádiz cae más en desuso. Ya no es tan prioritario. Esa referencia cambia. Vigo siempre fue considerado un lugar de confluencia.

-En Vigo residían importantes colonias de ingleses y británicos, con esa circunstancia especial, ¿cómo se vivió la guerra? ¿Influyó esa situación en la vida de la ciudad?

-Yo creo que sí. Eso pasó en todas aquellas sociedades locales cuyos estados mantenían una actitud ambigua y de casi puerto franco para que las personas procedentes de los diferentes estados contendientes en aquel momento pudieran tener espacios. Y realmente tenían espacios, no sé si llamarles de convivencia, pero sí de cruce y comunicación social. No es lo mismo estar en un país ocupado que le declara la guerra a otro que estar en un país que teóricamente es neutral o no beligerante. Por lo tanto, Vigo y los puertos españoles se consideran casi zonas de confluencia. Luego la realidad, sobre todo en el caso español, es distinta. En los primeros años la propaganda antibritánica es muy fuerte y la influencia alemana muy importante; y a partir del año 1943 o 1944 eso gira radicalmente debido al rumbo de la guerra. A partir de ese momento la influencia de los alemanes es menor.

-¿Vigo fue un puerto importante en el tráfico de wólfram, tanto el regular como el irregular?

-Sí, claro. Como puerto importante en la costa norte, sí lo fue. De todas formas las últimas informaciones a este respecto señalan como lugar central para la recogida y almacén de wólfram A Coruña. En A Coruña, sobre todo en toda la zona sur, incluso en 1944, los alemanes están pensando en montar un segundo almacén más o menos en Santiago. El tráfico a través de Vigo y del sur de Galicia ya era demasiado elevado, por lo que pretendían buscar una segunda vía más clandestina todavía que sirviera de salida. Lo que sí se sabe es que A Coruña funcionaba como núcleo, pero también es cierto que todo ese mineral podía prácticamente salir por cualquier puerto de la Costa da Morte o de la zona sur, como por ejemplo Vilagarcía.

-¿Y en lo que se refiere alas redes para permitir las huidas o evasiones?

-Constatado desde luego en la cuestión británica, sí. Bien a través de Portugal o de alguna otra relación, barcos que enganchan con otros que están cerca de la costa... En el caso alemán, no hay por ahora pruebas que tenga a mano, pero todo indica que esas redes de evasión si funcionan por un lado pueden funcionar para el otro, con diferentes personajes y motivaciones. No son las mismas redes ni personas, pero esa información sí está ahí. Son los mismos modelos, maneras, métodos y vías.

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