La entrada de los ayuntamientos del Baixo Miño colocaría la frontera sur del territorio metropolitano en el límite con Portugal y elevaría sus habitantes, ahora 479.400, por encima de los 520.000. El 54,7% de la población de la provincia (950.910 personas según los últimos datos del INE) formaría parte del Área de Vigo.
Con la ley aprobada el único municipio que linda con la raia es Salvaterra, donde está proyectada una parte del Puerto Seco, infraestructura paralizada desde hace una década y que ahora Autoridad Portuaria, Zona Franca y Xunta se proponen reactivar. Por el oeste Salvaterra limita con Salceda, también integrada en el Área, a tiro de piedra del Miño y municipio fronterizo a todos los efectos.
Con Tomiño , Tui y A Guarda queda casi completo el tramo de litoral desde Salvaterra hasta la desembocadura del río. Solo faltaría O Rosal. Este municipio, gobernado por el PP, y el de Oia, con alcaldesa del PSOE, serían los únicos pendientes de integrar en el Área en una gran franja entre O Morrazo y la frontera. Su incorporación elevaría en otros 10.000 los habitantes del territorio metropolitano. La de Vilaboa aún aumentaría el total en otros 6.000.
Relación con Portugal
Los municipios fronterizos darían al Área un plus en la relación del territorio metropolitano con Portugal, con especial incidencia en los sectores empresarial, comercial y turístico. Para el alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, es estratégico que el municipio que dirige forme parte del área de Vigo. Tras su reunión con Caballero el 27 de agosto recordó que el ayuntamiento es el principal puente de entrada internacional desde el país vecino, uno de los núcleos de la Eurociudad Tui-Valença y la puerta de conexión con Galicia del Camino Portugués de Santiago. Comparte con Vigo infraestructura viaria, ferroviaria e industrial.
El estrecho vínculo con Portugal fue también subrayado por el alcalde de Salceda, Marcos Besada, quien tras su reunión con el regidor apostó por que el Área y la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal impulsen la cooperación transfronteriza tanto en el apartado económico como en el turístico. En este sentido la conexión ferroviaria con Oporto es considerada estratégica para aprovechar las sinergias en todo el territorio desde Vigo hasta la desembocadura del Duero.
A Guarda es un polo turístico tanto para la población de Galicia como de Portugal. La localidad y particularmente el monte Tegra figuran en el top de los lugares más visitados de la comunidad. El enoturismo representa, por otra parte, uno de los grandes atractivos del Baixo Miño y O Condado.
