El Concello ha puesto en manos de la Xunta la tasación del antiguo Rectorado de Areal para tratar de llegar a un acuerdo de venta con Zona Franca con vistas a que instale allí el Centro de Excelencia Gastronómica de Galicia. La Concejalía de Urbanismo solicitó hace unos días a la Consellería de Facenda que sus técnicos hagan una valoración económica del edificio municipal ante la diferencia de más de dos millones entre el precio fijado por el Ayuntamiento, 5,4 millones, y el resultante de las dos tasaciones encargadas por el Consorcio estatal, 3,2.
Zona Franca y el Concello cerraron hace un año y medio los términos del convenio que incluía la operación de compraventa del antiguo Rectorado con el fin de ubicar allí el centro culinario que promueve el Consorcio, pero las discrepancias económicas han impedido materializarla. A la vista de ello, ambas partes pactaron en julio pedir una tasación independiente. Inicialmente el Concello, según explican fuentes municipales, se dirigió al Catastro, que rehusó, y ahora lo ha solicitado a Facenda, que aún no ha contestado.
El organismo estatal tiene consignados cuatro millones en su presupuesto de 2016 para el centro gastronómico, un ambicioso proyecto que toma como referencia el Basque Culinary de San Sebastián. Tres millones se destinarían a comprar el edificio, en línea con el resultado de sus tasaciones, y otro para equiparlo. La entidad ya dispuso la misma cantidad en sus cuentas de 2015, pero la falta de acuerdo con el Concello ha retrasado la inversión.
El histórico inmueble de Areal tiene 2.730 metros cuadrados de superficie distribuidos en cuatro plantas y se encuentra en buen estado. Actualmente acoge dependencias municipales y la sede de varias entidades. Su clasificación urbanística no permite ubicar allí el Centro de Excelencia por lo que debe ser modificado el Plan Xeral. El gobierno local señala que lo hará en cuanto se firme la compraventa.
El proyecto está concebido para constituirse en un referente en la investigación y desarrollo de la gastronomía gallega, e incluye una incubadora de empresas especializadas en cocina, así como otros servicios relacionados con emprendimiento, gestión e innovación en las firmas de este sector. El Consorcio recurrió al asesoramiento del prestigioso cocinero Pepe Solla para perfilar sus características y el planteamiento inicial pasaba por implicar a la Universidad de Vigo, la Xunta y centros de investigación como Anfaco y el Cetmar.
El resultado de la nueva tasación será determinante para alcanzar el acuerdo entre el Concello y Zona Franca. La delegada del Consorcio, Teresa Pedrosa, ha barajado otras posibilidades para el centro gastronómico, entre ellas la elección de las antiguas naves de la fruta, el llamado Tinglado, en el que el presidente de la Autoridad Portuaria proyecta una segunda terminal de cruceristas con zona de ocio. La posibilidad parece diluirse. El proyecto portuario está bloqueado en la Gerencia de Urbanismo, cuyos informes mantienen que no cumple ni el Plan de Usos aprobado por el Ministerio de Fomento ni el Plan Xeral.
El acuerdo con el Concello para emplazar en Vigo el equipamiento de I+D culinario se gestó a raíz de la decisión de Zona Franca de instalar en Porto do Molle (Nigrán) el centro de transferencia de tecnología aeroespacial y aeronaútica, que empezará a funcionar previsiblemente a principios de 2016. El gobierno local reclamó al Consorcio que pusiese en marcha más proyectos en la ciudad, y en compensación se acordó que la dotación de investigación gastronómica se instalase en el antiguo Rectorado.
El alcalde, Abel Caballero, se reunirá precisamente el martes con la delegada de Zona Franca, a la que pedirá que se implique en otro plan que considera estratégico, la reforma del estadio de Balaídos. El regidor anunció que le hará una propuesta para que el Consorcio financie la grada de Marcador, presupuestada en 9 millones, y recupere la inversión a medio plazo, condición esta última indispensable para que el organismo estatal realice inversiones.
