El rechazo de la Gerencia de Urbanismo al proyecto de la nueva terminal de cruceros en la antigua nave de la Fruta conocida como El Tinglado tendrá contestación de la Autoridad Portuaria. Su presidente, Ignacio López-Chaves, anunció ayer que presentará alegaciones contra lo que consideró un "boicot" del Concello a cualquier obra promovida desde Praza da Estrela aunque sea, como la rechazada, dirigida a potenciar un tráfico que solo este mes dejará en la ciudad un beneficio de 4,2 millones. Este es el gasto estimado que realizarán las 75.000 personas, entre pasajeros y tripulantes, de los transatlánticos que escalarán este septiembre, y sin embargo, reprochó López-Chaves, "el Concello quiere que los cruceros se vayan a otros puertos".

Sin avanzar los argumentos de la alegación que preparan los técnicos de la Autoridad Portuaria, su presidente volvió a reiterar que "hicimos lo que nos dijeron que hiciéramos hace cuatro años". Entonces Urbanismo reclamó dos requisitos para autorizar las obras en la nave de la Fruta que luego paralizarían los tribunales: el plan de Usos, que ya aprobó Fomento el pasado abril; y una modifición puntual del Plan Especial del Puerto. Ahora, en cambio, la gerencia contesta solicitando a Praza da Estrela una modificación "integral" del Plan Especial, que abarque al total de la superficie portuaria, unos dos millones de metros cuadrados, y no solo al ámbito de la citada nave, de 5.000 m2.

"El problema es que cuando hagamos esto nos dirán que hagamos otra cosa", incidió López-Chaves como muestra del "boicot" del Concello contra toda obra promovida por la institución portuaria. Trabas que considera incomprensibles teniendo en cuenta la "riqueza que genera" el tráfico de cruceros en la ciudad, al tiempo que alertó de que sólo conseguirán que estos buques "se vayan a otros puertos", como el portugués de Leixôes. En este sentido expresó sus dudas de que el alcalde de Matosinhos, donde se ubica el puerto de Leixões, "se opusiera en algun momento a la nueva terminal de trasatlánticos", agregó.

Los datos que aportó sobre la repercusión económica del tráfico de cruceros se basan en un estudio de 2011 elaborado por la Universidad de Vigo que cifraba el gasto medio de un pasajero en la ciudad en unos 62 euros. Multiplicando esta cifra por la de los 75.000 que viajan en los buques previstos para este mes -el de mayor afluencia en la historia portuaria viguesa-, López-Chaves situó en 4,4 millones "lo que se gastarán en la ciudad". Por si fuera poco abultada esta cantidad se remontó a las escalas de los últimos cinco años. Estas sumaron 1,5 millones de turistas que gastaron, "aproximadamente, 84 millones ", aseguró. Por la trascendencia "incontestable" de esta avalancha turística sobre todo para el sector comercial y hostelero, el Puerto de Vigo lleva invertidos en los últimos años 10 millones de euros que le han valido también para mantenerse como líder del noroeste peninsular en el tránsito de estos buques. "Y queremos seguir invirtiendo pero no nos dejan", criticó López-Chaves.

La nueva terminal de trasatlánticos era el "proyecto estrella" que la Autoridad Portuaria pretendía presentar a las navieras en el transcurso de la feria de Hamburgo, la principal cita europea del sector crucerístico que arranca hoy . "Ahora no va a ser posible porque el Gobierno de Abel Caballero no la quiere en Vigo", lamentó López-Chaves.