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Los efectos de la crisis en la actividad judicial

Fondos "buitre" extranjeras registran en Vigo un aluvión de demandas para cobrar deudas

Sociedades extranjeras que adquirieron carteras de créditos impagados a los bancos se personan en los tribunales como los nuevos acreedores. "Hay una barbaridad de asuntos, llegan de forma masiva", explican

Imagen de archivo de uno de los juzgados de Primera Instancia de Vigo. // C.G.

Los fondos buitre están al acecho en Vigo. Y cada vez con mayor intensidad. Aunque el fenómeno ya comenzó a notarse hace años, al compás de la crisis económica, los juzgados de la ciudad olívica han visto cómo durante el pasado ejercicio y sobre todo en este 2015 se han disparado los casos de sociedades extranjeras que, tras haber adquirido a entidades bancarias deudas tanto de particulares como de empresas habitualmente a cambio de precios irrisorios, se personan después en los tribunales como los nuevos acreedores para intentar cobrar a los afectados esas cantidades impagadas. Las salas de Primera Instancia viguesas están registrando cada mes decenas de lo que desde la esfera jurídica se denominan cesiones de crédito. "Estos asuntos están entrando de forma masiva, y en muchos casos afectan a ejecuciones antiguas que incluso ya estaban archivadas", coinciden en varios juzgados civiles.

La crisis que arrastra España desde 2008 disparó la morosidad. Y es en este contexto en el que sociedades inversoras internacionales llevan ya tiempo adquiriendo a la banca carteras de créditos impagados. Y, según los expertos, a precio de saldo. "La actividad de recobro es muy costosa y está fuera de la actividad productiva bancaria; para los bancos una forma de externalizarla es vender la cartera de créditos que no logran cobrar, y es aquí donde entran lo que se llaman fondos buitre o fondos de recobro", explican fuentes judiciales, agregando que estas operaciones se materializan a través de los contratos de cesión de crédito. "Puede haber venta de paquetes de más de 100.000 pleitos", ejemplifican.

Cuando los fondos adquieren estas deudas pertenecientes tanto a ciudadanos particulares como a empresas, los asuntos suelen estar judicializados y, además, generalmente ya en fase de ejecución. "Al juzgado nos llega un escrito acompañado de documentación notarial en la que se hace referencia a que determinada cuenta de préstamo fue vendida. Así, el que antes era el acreedor, generalmente el banco, deja de serlo, y pasa a serlo ese fondo", explica un secretario judicial, que agrega que las sociedades extranjeras que se han hecho con los impagos suelen a su vez contratar a empresas de servicios, con equipos de abogados, que se encargan de las gestiones judiciales para tratar de cobrar la deuda. "Todos estos procesos se vuelven muy impersonales para el juzgado, ya que suelen ser abogados de Madrid o de otros puntos de España; no son letrados de aquí", concretan en una de las salas.

Sorpresa

¿Cómo afecta esta situación al proceso judicial? El juzgado, una vez recibe el expediente de la cesión de crédito, informa al afectado de la existencia del nuevo acreedor. La sorpresa -y el susto- con la que se recibe la comunicación judicial suele ser mayúscula. "La gente en esta situación viene con frecuencia al juzgado extrañada para preguntar quién es el que le reclama ahora...", dice una funcionaria. Y cada vez son más los vigueses en una situación de este tipo. "Es una locura, hay una barbaridad de casos, en estos meses están entrando constantemente; a la vuelta de las vacaciones de agosto envíe prácticamente medio centenar de notificaciones relacionadas con este tipo de asuntos", especifica.

Aunque lo habitual es que los pleitos ya estén en fase de ejecución cuando los compra el fondo buitre, también se da este fenómeno en asuntos aún en pleno litigio, como los denominados procedimientos monitorios. Y no solo de los que pertenecían a la banca. "También hay expedientes en los que los reclamantes originales eran empresas de telefonía, por impagos de recibos de teléfono, etc., que vemos que son ejecutadas por este tipo de sociedades", concretan.

¿El cambio de acreedor provoca que el deudor acabe pagando? No necesariamente. Aunque en algunos casos estos fondos han conseguido cobrar hasta el 100% del impago -lo que repercute en enormes beneficios para estas sociedades ya que suelen adquirir las deudas a los bancos con descuentos que en muchas ocasiones superan el 80% del precio original de esos créditos-, la mayoría de las veces los asuntos continúan en el juzgado en la misma situación en la que estaban antes de la cesión del crédito: o no se consigue cobrar nada o, si por ejemplo el deudor cuenta con algún bien como una nómina, se le sigue embargando mes a mes una cantidad que, ante la nueva situación, en vez de ser para el banco va para el nuevo acreedor.

Técnicas agresivas

Lo que si se detecta es que estos fondos suelen usar técnicas más agresivas para intentar cobrar el dinero. "Es más intenso, reanuda con más fuerza la búsqueda de bienes del deudor", afirman fuentes judiciales, que señalan que para los afectados pasar a depender de estas sociedades los sitúa en un contexto más complicado en el sentido de que la relación entre unos y otros se vuelve muy "impersonal". "Si debes a un banco todavía puedes ir a una oficina, tienes con quien hablar...; un fondo es más duro, más impersonal, está a lo que está", señalan, concretando que la única hipotética ventaja para el que debe es que, debido a que la sociedad adquirió el crédito muy por debajo de su valor original, "te podría dar la salida llegado el caso de pagar menos".

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