Con el respaldo y la legitimidad que la tarde anterior habían logrado de decenas de miles de ciudadanos que acudieron a su convocatoria, la junta de personal del Chuvi se sentó a primera hora de la mañana de ayer frente al gerente del área sanitaria, Félix Rubial, con energías renovadas para defender sus demandas.
No fue la multitudinaria marcha la que forzó el encuentro. La comisión de centro -máximo órgano de representación sindical del Chuvi- estaba convocado con antelación. Un "diplomático" gerente les recibió felicitándoles por el poder de convocatoria demostrado el día anterior y confesando que, "si él fuera afectado, también acudiría". El gestor admitió ante ellos la necesidad de hacer una "reflexión" de lo ocurrido hasta ahora en cuanto al nuevo hospital de Vigo, tras lo que les solicitó su apoyo para "trabajar juntos" para resolver "lo que hubiera que cambiar."
A esa petición de leal colaboración, los representantes de la plantilla respondieron pidiendo a cambio "información clara, transparente y concisa", con acceso a todos los informes que requieran, especialmente, en cuanto a las condiciones de bioseguridad del complejo. En esta línea, le propusieron la creación de una comisión de investigación sobre las "alteraciones" medioambientales y las sospechas de aspergillus. La petición fue recibida como "razonable" por el máximo responsable del área sanitaria.
La reunión, con un extenso orden del día, no había hecho más que empezar cuando el gerente comunicó que debía ausentarse por un asunto "urgente". Ya no regresó.
La comisión continuó y, durante las siguientes dos horas y media, los sindicatos siguieron exponiendo sus demandas ante las direcciones de Recursos Humanos y de Enfermería: la colocación de baños en las urgencias obstétricas, la recuperación de los formularios en papel para la presentación de reclamaciones -ahora solo existe la vía telemática-, la mejora de la calidad de la comida, la dispensación de agua a los enfermos... La reunión dejó la sensación final de ser poco fructífera.
