Los camiones que mueven el ingente volumen de mercancías generado por el principal polo industrial de Galicia representan un apetitoso y fácil blanco para los especialistas en el robo de combustible. Y ni de día ni de noche, tanto si aparcan en los viales de los polígonos como dentro de las naves de las empresas, estos vehículos pesados están libres de la acción de los "vampiros". Así llaman los transportistas a quienes vacían sus tanques con el rudimentario método de succionar el fuel a través de una manguera para trasvasarlo a garrafas, lo que da una idea de la frecuencia con que sufren esta modalidad delictiva. Hasta el punto de que según la patronal provincial, Asetranspo, en el área de Vigo "no hay mes" sin que un camión o varios aparezcan con sus depósitos vacíos y no precisamente por despiste del conductor. Ante la impotencia que siente el sector, su presidente, Ramón Alonso, urge más vigilancia en los parques empresariales del área viguesa para contribuir a erradicarlos o cuando menos a reducir este "acoso".

El portavoz de los transportistas sostiene que la solución definitiva pasaría por construir el tantas veces demandado "centro logístico", un recinto donde estacionar todos los camiones que transitan por las principales vías de comunicación de la ciudad, con vigilancia permanente y servicios como restaurante y hotel para los conductores extranjeros. Pero mientras este proyecto sigue todavía a expensas de una búsqueda de terrenos que parece dispuesta a capitanear Zona Franca, las empresas del sector se sienten incapaces de protegerse. Y esto a pesar de que lo intentan con todos los medios a su alcance, como la instalación de cámaras. "Pero ni aun así", remacha Alonso.

Lo afirma con conocimiento de causa. En lo que va de año sus camiones ya sufrieron tres robos. El último, el pasado marzo, a plena luz del día y a pesar de las cámaras de vigilancia. En esta ocasión se llevaron unos 1.000 litros en total, lo que situaría el perjuicio económico en torno a los 1.200 euros.

Por la periodicidad con que se producen y el modus operandi de sus autores, en Asetranspo sospechan que detrás de estos robos podría haber una banda organizada, probablemente, de origen extranjero. Carecen de pruebas para asegurarlo, entre otras razones porque las investigaciones realizadas a raíz de sus denuncias tampoco dieron el resultado esperado. En este sentido, el presidente de la patronal resalta el esfuerzo de la Guardia Civil por identificar a estos ladrones y dar con su paradero. En su empresa, los agentes llegaron a pasar incluso varias noches ocultos en un contenedor de obra para tratar de capturarlos en plena faena. Pero se ve que son astutos. O no se arriesgan sin preparar antes los golpes. Así que como ocurre en la empresa de Alonso, Dalot, prefieren tomar precauciones. Como la de evitar que los camiones estacionen con el depósito lleno, o si lo hacen, siempre orientado hacia las cámaras.

Tampoco sirve de mucho instalar un antirrobo en los tanques. Los transportistas prefieren que los ladrones fuercen la tapa antes de que opten por perforar el depósito, ya que esto supondría prescindir del camión hasta su reparación.