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Este fin de semana volverá a competir en Montmeló

Los mecenas del bólido universitario

Empresas de la zona que fabricaron piezas o prestan fondos a la escudería UVigo Motorsport destacan el trabajo de los estudiantes, así como la importancia para la ciudad y su economía

El monoplaza vigués, durante su participación en el circuito alemán de Hockenheim.

En sus talleres y oficinas los planos e ilusiones de la escudería UVigo Motorsport se convirtieron en las piezas y apoyos que han permitido forjar el bólido estudiantil que este fin de semana volverá a competir en Montmeló. La minuciosidad y las ganas de trabajar de los alumnos convencieron a los patrocinadores para colaborar en el proyecto e incrementar sus horas de trabajo de forma desinteresada o realizar aportaciones económicas. Algunos de estos mecenas son multinacionales pero también pequeñas y medianas empresas de la zona que han hecho posible con su altruismo que el nombre de la Universidad y de toda la comarca ya esté presente en los principales circuitos europeos.

"Yo también estudié Industriales en el campus y conocía la Fórmula Student, pero entonces nos parecía muy inaccesible y lejana. Somos aficionados al automovilismo y colaboramos con varios coches de carreras. Cuando los alumnos nos plantearon el proyecto vimos que tenían las cosas muy claras y bastantes conocimientos. Y personalmente son encantadores. Han demostrado una formación muy amplia porque fabricar un coche engloba muchos aspectos. Sus planos estaban perfectamente detallados y solo tuvimos que cortar y soldar. ¡Tenían las cosas más claras que muchos clientes!", bromean Félix Domínguez y María García, los ingenieros de la empresa especialista en acero inoxidable Zerotec.

Su compañero Daniel Rial se ocupó de casi todos los trabajos de soldadura y fabricación de piezas con acero de cromo-molibdeno: desde el chasis al depósito y el montaje de la carrocería del UM15. Los alumnos lo ayudaban en la nave de A Pasaxe "hasta altas horas de la noche" y después volvían a sus boxes del campus para seguir trabajando.

"Lo complicado ha sido llegar hasta donde lo han hecho. Se han volcado muchísimo, a la antigua usanza y con muchos menos medios que otras universidades de la Fórmula Student", señalan en referencia a los grandes presupuestos que manejan otras escuderías respaldadas por marcas como BMW, Audi o Mercedes.

"Este proyecto pone a Vigo en general y a su industria en el mapa. Y para la Universidad es muy interesante al estar ubicada en una zona tan focalizada en el sector del automóvil. El sistema educativo peca de ser poco práctico y el trabajo de los alumnos de la escudería, en mi opinión, es superior al de un proyecto fin de carrera", opina Domínguez.

Dos empresas del sector -GKN y Precisgal- fabricaron las piezas de la transmisión y las manguetas y bujes, respectivamente, mientras que Bosch Security Systems, que financia a otros dos equipos españoles de la competición, prestó su ayuda a la escudería viguesa "desde el principio", agradecen los alumnos.

La compañía Láser Galicia, referencia en el noroeste peninsular en el corte láser, plegado y soldadura, está dispuesta como todos a mantener su colaboración en el futuro. "Trabajamos diariamente con muchas empresas de automoción y la filosofía de diseño de la piezas de los estudiantes era ciertamente avanzada. Somos seguidores de este mundo, conocíamos la Fórmula Student desde hace muchos años y no solo se trata de construir algo que funcione, sino que debes competir con equipos de todo el mundo que han hecho lo mismo que tú. No caben mediocridades", señala su gerente, Jacobo López.

Destaca además el "apoyo al automóvil y la ingeniería" que supone esta competición de motor estudiantil, la mayor del mundo, y el escaparate que brinda a los patrocinadores: "La exposición en Silverstone y Hockenheim ha sido muy alta y estamos muy contentos al respecto".

López también aboga por dar continuidad a la escudería teniendo en cuenta el peso del sector en la zona: "Los vínculos entre la competición y los coches de serie son tremendamente fuertes hoy en día, la hibridación en la Fórmula 1 es un ejemplo, y no hay mejor campo que la competición para maximizar el avance tecnológico".

José Manuel Castro y su hijo Alejandro, fundador y continuador de Resinas Castro, con más de 40 años de actividad, ofrecen cursos de formación a ingenieros y químicos de toda España y Latinoamérica, además de fabricar piezas de composites que llegan hasta Brasil. Ellos consiguieron el material para la carrocería y enseñaron a los estudiantes a fabricarla.

"Somos mecenas de gente joven con ilusiones y un proyecto novedoso que puede resultar positivo. Estamos abiertos a la innovación y también hemos colaborado con un equipo de Moto2. Hicimos los prototipos y les enseñamos. Ojalá les vaya bien", confía José Manuel.

En un momento como el actual, el mérito de las pequeñas y medianas empresas que han apostado por la escudería es de subrayar. "Son momentos muy difíciles y se percibe como un gasto, no como una inversión, aunque en un futuro no muy lejano pueda reportar éxitos deportivos o industriales a nuestro entorno. Hay que sembrar y hemos hecho un pequeño gran esfuerzo. Vigo dispone de una industria automovilística muy importante y el hecho de que unos jóvenes valores complementen sus estudios con la investigación y puesta en práctica de su formación merece apoyo. Hubo feeling y decimos ayudarles", comenta Javier Hidalgo, responsable de Altrans, la compañía de transportes que hace posible que el bólido y el utillaje lleguen a los circuitos.

Padre del piloto vigués Javier Hidalgo y suegro de Elena Rosell, la primera española mundialista, el empresario lamenta las dificultades de los equipos y deportistas para encontrar apoyos: "En España no existe esta tradición en las grandes empresas, pero nosotros colaboramos para que sus ilusiones se plasmen en realidades".

Presupuesto de 60.000 euros

  • Los patrocinios han permitido a la escudería disponer de un presupuesto de 60.000 euros para afrontar su estreno en los circuitos. Además de las empresas citadas, el Concello y Zona Franca prestan su apoyo económico al equipo, que también cuenta con el respaldo del CTAG y la Diputación de Ourense, así como de Asime, Siscom, Esypro, SMC, Mecadis, Europrecis, VeoVisión, Enriel, Electroson, Loctite, Movisa, WD-40, BS Solidworks y Reprogalicia.

María García | Zerotec

"Es una iniciativa que pone a Vigo y a su industria en el mapa"

JOSÉ MANUEL CASTRO | Resinas Castro

"Son gente joven con ilusiones y un proyecto que puede ser positivo"

Javier Hidalgo | Altrans

"Reportará éxitos deportivos o industriales; hay que sembrar"

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