En la ría con mayor tráfico marítimo de Galicia, la flota menor en tamaño y número, la recreativa, lidera el índice de siniestralidad. Los barcos deportivos generan siete de cada diez intervenciones de Salvamento Marítimo relacionadas con buques superando con creces a pesqueros y mercantes. De las 37 asistencias en el mar realizadas en lo que va de año en aguas de la bahía olívica, las embarcaciones de la denominada "Séptima Lista" protagonizaron el 70%. Quienes mejor conocen las circunstancias que rodearon estos percances, los responsables del Centro de Coordinación de Salvamento de Vigo (CCS), señalan como principal causa de ese elevado porcentaje a la falta de formación de los patrones.
Para el jefe del CCS de Vigo, José María Suárez-LLanos, atribuir a las "imprudencias" el grueso de las intervenciones de Salvamento en los barcos de recreo es simplificar demasiado la casuística. "Imprudencia sí, como también negligencia, pero todo en realidad obedece a la falta de formación. Si uno no está formado no haces el mantenimiento del barco ni tienes la previsión de chequear el nivel de combustible ni la carga de las baterías antes de zarpar. Al final descuidas la seguridad, y entonces pasa lo que pasa: vien un accidente y nuestra actuación", argumenta. Un dato que refuerza este razonamiento: "La mayor parte de las emergencias son remolques".
Pueden surgir imprevistos, como la avería del motor, pero en buena parte de estos remolques, los que estaban al timón de las embarcaciones no habían cumplido con la previsión de seguridad antes mencionada, así que acabaron convertidos en víctimas y culpables. El sector profesional está más concienciado con estos conceptos que esa mayoría de patrones recreativos que navega de forma ocasional. Los pesqueros tienen la prevención de accidentes muy interiorizada. Sufren además constantes controles e inspecciones precisamente para reducir la siniestralidad. A esto podría achacarse el hecho de que frente a los 25 salvamentos a barcos de recreo en Vigo, desde enero y hasta lo que va de este mes de agosto, solo hubiese ocho en pesqueros y cuatro en mercantes. Como a Suárez-Llanos, al perito de una conocida firma viguesa especializada en la ITB -la ITV de los buques- tampoco le sorprenden lo que reflejan las estadísticas del CCS. "He inspeccionado yates que eran auténticas bombas de relojería por culpa de esos patrones que son muy manitas pero meten la pata. Y cuando les dices la barbaridad que han cometido responden: 'es que yo pensé...' Hay mucho ignorante a bordo pese al título", sostiene.
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Con todo, la tendencia en la Ría de Vigo sigue la tónica general en Galicia y en España. En el cómputo gallego, hasta el 31 de julio los centros de salvamento habían intervenido en 113 incidencias en barcos de las cuales el 56,6% pertenecían a los de Séptima Lista, solo cuatro puntos por encima de la media en España, donde 1.163 yates requirieron asistencia frente a los 250 mercantes y 352 pesqueros.
Aparte de las asistencias a buques en apuros y la vigilancia del tráfico marítimo, estos centros de Sasemar (Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima) prestan otros servicios como el del control medioambiental para evitar y eliminar los vertidos. En Vigo ya llevan 21 intervenciones este año.
El centro de Sasemar reubicará la torreta de radares de Toralla en los montes de San Miguel de Oia
- El entramado de antenas y radares agrupados en una torre instalada en la terraza del edificio de la isla de Toralla tiene los días contados. Su función es servir de "ojos" a los controladores del tráfico marítimo en las rías de Vigo y Pontevedra que trabajan en las instalaciones del Centro de Coordinación de Salvamento (CCS), con sede en la Estación Marítima de Vigo. Pero aunque nuevo, el equipamiento necesita situarse a una mayor altura para aumentar alcance y definición. Por esta razón, los responsables del centro vigués ya están con los trámites para trasladar esos sofisticados sistemas a un emplazamiento ubicado en los montes de San Miguel de Oia.El jefe del CCS de Vigo, José María Suárez-Llanos, admite que la reubicación de estas antenas en Oia persigue como primer objetivo, aparte de la mejora sustancial en el servicio, que su centro pase a asumir también las emergencias en la Ría de Pontevedra. Paradójicamente, el centro de Vigo se encarga del control del tráfico en la provincia marítima homónima, limitada entre A Guarda y hasta Punta Faxilda (Sanxenxo), abarcando así las rías de Vigo y Pontevedra. Sin embargo, las emergencias en esta última bahía corresponde coordinarlas a Finisterre. El nuevo planteamiento pondrá fin a este sinsentido."Es un lío porque mucha gente que navega en Pontevedra nos llama desde allí para asistirles y les tenemos que derivar a Finisterre", indica Suárez-Llanos. No obstante recalca que todavía es pronto para poner fecha a esa ampliación de las competencias de su centro. Ahora están con las solicitudes de permisos para las obras en Oia-al Concello y a la Xunta-, y al mismo tiempo, la comunicación formal a la Organización Marítima Internacional (OMI).En Toralla no quedará ninguna antena vinculada al CCS de Vigo, después de más de diez años usando la terraza de este edificio. La obra prevista en Oia consistirá en la instalación de la torre que luce tal cual ahora sobre el "rascacielos" de la isla. Salvo que surja algún contratiempo con las autorizaciones, el traslado de los equipos al monte podría estar concluido antes de las próximas navidades.Desde ese momento en Oia operará un complejo de antenas que apenas lleva dos años en funcionamiento. El Ministerio de Fomento destinó 2,3 millones de euros a renovar los equipos de comunicaciones del centro de salvamento de Vigo, que en el caso de algunos componentes llevaban desde el año 2000 funcionando. Además de Toralla, Salvamento dispone de otros equipos en el hotel Bahía y en su propia sede en la Estación Marítima.
