Los golpes de baqueta inauguraron el primero de los conciertos. El calor delas seis de la tarde disuadía a los viandantes de pisar la calle, pero no a los cerca de 50 músicos de la Orquesta Clásica que ayer celebraron el Día Europeo de la Música con seis conciertos en el Casco Vello.

Manuel Martínez reparte papeletas informativas a los pocos curiosos que pasean por el centro. Es el director de la orquesta, como se puede adivinar por la pajarita desatada que lleva colgando del cuello. El conjunto musical lleva 30 años celebrando este día, "desde que se constituyó la fiesta", apunta Martínez. Asegura que no recuerda otro 21 de junio igual: "Hoy la playa puede más". El escaso público que llega a la Praza da Pedra, donde tiene lugar el primero de los conciertos, desmerece la virtuosidad de los músicos que golpean sus instrumentos mientras llevan el ritmillo con los pies. Los grupos sorprenden al público con piezas clásica y no tan clásicas. Ritmos festivos acordes con la jornada. Con las virguerías que hacen, algunos descubren asombrados que una caja es más que una membrana que vibra.

Las notas atraen a más atrevidos paseantes que desafían los 35 grados que marca el termómetro. Al final de cada actuación los espectadores son más numerosos y los fuertes aplausos resuenan entre las callejuelas de la zona intentando aplacar la falta de multitud.

"Es un día para la reivindicación popular. Nosotros lo hacemos con música de la que llaman clásica", apunta Martínez. Galicia es la tercera Comunidad Autónoma de España con el precio de las entradas a conciertos de música clásica más bajo, según el Consello da CulturaGalega. Sin embargo, cada gallego solo gasta una media de 0.25 céntimos de euros al año en este tipo de eventos. El deterioro cultural afecta directamente a Vigo, que se cayó en 2013 de la lista de ciudades de referencia del Observatorio de la Cultura.

A pesar de todo, el público vigués se sumó a los conciertos yendo de una plaza a otra. Algunos vecinos los disfrutaron desde la comodidad de sus balcones. El día se cerró con una actuación de la orquesta al completo en la Colegiata.