El alcalde confirmó ayer que en septiembre estará en funcionamiento el primer ascensor urbano de Vigo, entre Menéndez Pelayo y Camelias, y aseguró que "es una obra singular que va a dar la vuelta al mundo" por su diseño. Caballero apuntó que la actuación tiene "una gran dificultad técnica" porque hubo que excavar en roca y el elevador inclinado debe adaptarse a una pendiente de 20 metros en una longitud de solo 32. "Como este ascensor hay dos en España y muy pocos en Europa", destacó el regidor.

El elevador está en proceso de fabricación en una empresa especializada instalada en el Parque Tecnológico. La obra forma parte del proyecto del Concello "Vigo Vertical" para salvar con medios mecánicos algunas de las mayores pendientes de la ciudad en puntos de paso muy transitados. Se unirá a las escaleras de Porta do Sol, a la que le falta una segunda fase para llegar hasta el paseo de Granada. Su ejecución está pendiente de un informe de Patrimonio, ya que en la zona deben realizarse catas arqueológicas. "Tenemos presupuesto y va a empezar pronto", comentó Caballero.

El ascensor urbano conectará Menéndez Pelayo con Camelias, su capacidad de transporte es de 25 usuarios por trayecto y tendrá una parada intermedia. "En momentos punta puede trasladar hasta 1.700 personas por hora", indicó Caballero, quien señaló que "es una obra económica y rentable que conecta dos áreas separadas como si hubiese 50 kilómetros entre ellas". El presupuesto de la actuación es de 490.000 euros. El regidor indicó además que, al igual que ocurre con las escaleras de Porta do Sol, "es probable que durante la noche el ascensor permanezca inoperativo".