El obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, ofició ayer la misa del Corpus Christi en la Concatedral que fue concelebrada por numerosos sacerdotes de las diferentes parroquias de Vigo. Se trata de una cita importante en el calendario porque es la única procesión obligatoria en las ciudad y debe celebrarse de forma conjunta porque simboliza la comunión y unión de los cristianos. Durante la homilía, el obispo hizo alusión al sacramento de la Eucaristía y al Día de la Caridad. Participaron el cabildo catedralicio, la mayor parte de los miembros de la Adoración Norturna Diocesana y religiosos y seminaristas de la comarca.
La procesión salió a las nueve de la noche del Casco Vello y bajó hasta la Alameda para dar la vuelta en Aduanas. En el entorno del edificio, en el punto más próximo al mar, Quinteiro Fiuza realizó la tradicional bendición "al mar y a las gentes del mar".