Vigo derriba una nueva barrera en el tráfico de cruceros. La Estación Marítima acogió ayer por primera vez en su historia un crucero de Japón, el Asuka II, que atracó a las 6.00 horas, con el día amaneciendo, y abandonó la ciudad doce horas más tarde con 500 pasajeros a bordo, turistas que disfrutan de una atención prácticamente personalizada al disponer el buque de más de 470 tripulantes.

El Asuka II ofrece además una aventura intensa, lejos de la de cualquier crucero habitual que visita la dársena olívica a lo largo del año, al estar inmerso en plena vuelta al mundo tras haber salido el 4 de abril del puerto de Yokohama, en Japón, a donde regresará el 16 de julio tras 28 escalas en 15 países diferentes, siendo Vigo una de las privilegiadas en poder contar con un turista de un alto perfil económico -el pasaje más barato ronda los 35.500 euros y el más caro los 220.000- que suelen agradecer bastante los comerciantes de las escalas.

Durante su estancia en Vigo, el crucero quedó prácticamente desierto, desfilando los pasajeros hacia el entorno de A Laxe -las terrazas fueron uno de sus destinos preferidos- o el Casco Vello, mientras que otros aprovecharon para contratar alguna excursión organizada, por ejemplo, a Santiago de Compostela. Quedaba al descubierto el interior del buque, que esconde un sinfín de comodidades para que la extensa travesía se haga lo más confortable posible.

Amplios salones con decenas de cómodos sofás y mesas ofrecen a los cruceristas la posibilidad de descansar e incluso "echar una cabezadita" mientras los camareros están atentos en todo momento a sus peticiones. A bordo tampoco escasea la oferta de ocio, con un casino y una completa sala de juegos con un apartado específico para los de mesa.

La elegancia y el estilo japonés se hace notar desde el primer momento en que se pisa el barco, con espacios ambientados de acuerdo a los costumbres del país asiático, algo que no es casualidad, ya que el 90% de los pasajeros son de origen nipón, a los que se añaden algunos surcoreanos, filipinos y algún europeo.

Una sala para tomar una infusión o charlar con la familia o amigos sentados en el suelo es uno de los rincones más atractivos y novedosos de la embarcación, que cuenta con una amplia oferta de lugares para relajarse y evadirse durante el viaje, con instalaciones modernas de spa y un salón de belleza muy completo. El mejor remedio después de darse, por ejemplo, una paliza en el gimnasio.

La cubierta la utilizan los cruceristas para tomar el sol en unas cómodas tumbonas que rodean una pequeña piscina con jacuzzi incorporado. Tomaba el sol ayer -aprovechando el día excepcional en la ría- un pasajero nipón que ha convertido el Asuka II en su hogar, donde ha disfrutado de varias travesías en los últimos años.

El crucero no olvida los espacios de ocio, con un teatro y una discoteca equipada para interpretar música en directo, utilizada también para dar clases de baile con un profesor especializado. Un restaurante especializado en sushi y varios bares y cafeterías completan la oferta gastronómica del buque.

"Magnífica"

Como es tradición en las escalas inaugurales de los cruceros, el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves, y representantes de la consignataria, Policía y Guardia Civil participaron el intercambio de metopas con el capitán de la embarcación.

Uno de los tripulantes, el directo de hotel, destacó la "gran acogida" que tuvieron en Vigo, ciudad que calificó de "magnífica y con una historia muy interesante". Asimismo, sobre la aventura de poder visitar tantos lugares del mundo a bordo de un crucero, desveló que se trata de algo "muy especial" que merece la pena disfrutar.

Al Asuka II, que también visitó el puerto de Barcelona hace unos días, le espera ahora Normandía, las Islas Azores, Nueva York, Jamaica, Colombia, Guatemala o Alaska, entre otros destinos, antes de volver al punto del partida a mediados de julio en Yokohama, donde los 500 pasajeros de la embarcación cerrarán una vuelta al mundo de la que Vigo puede presumir de haber sido partícipe.