La instalación de una concha acústica en el Auditorio Mar de Vigo, una concesión municipal, fue considerada una dotación imprescindible por los sectores culturales de la ciudad, en especial los vinculados a la música.

El proyecto inicial del recinto de Beiramar, una infraestructura largamente demandada en la ciudad para poder celebrar espectáculos de todo tipo con un gran aforo, incluía la concha. Sin embargo, tras dispararse el presupuesto de la obra esta instalación, necesaria para conciertos de grandes orquestas y óperas, se incluyó entre los medios a suprimir para recortar gastos. El planteamiento era que se alquilase la caja para los eventos que lo requiriesen, lo que en la práctica no ha ocurrido. Incluso en 2012 técnicos de la Orquesta Sinfónica de Galicia descartaron celebrar conciertos previstos en el Mar de Vigo ante la falta de concha.

Para celebrar óperas aún existe otro inconveniente, ya que es necesario un foso orquestal. La sala principal dispone de él, pero se sitúa bajo las cinco primeras hileras de butacas y no está completamente habilitado para su uso. Es poco operativo al requerir el desmontaje de las butacas -con la consiguiente pérdida de localidades- y ser necesario acondicionar la estructura. No obstante, ya ha sido empleado. El foso se mantuvo tras las variaciones realizadas durante la revisión del proyecto, aunque la dotación sufrió variaciones.