El alcalde de Vigo anunció el sábado que viaja hoy mismo, lunes, a Madrid para intentar salvar el vuelo de Peinador a Paris, el único internacional que funciona en Galicia sin subvenciones, y desde hace más de una década. El vuelo está a punto de sucumbir por la competencia desleal --o sea, subvencionada ahora o antes con el dinero de todos los gallegos-- de vuelos con igual destino desde los aeropuertos de Santiago y A Coruña. Oporto también subvenciona, pero eso entra dentro de la lógica: es otro país. La competencia desleal de aquí, en cambio, provoca estupor. El Ministerio de Fomento va a emprender también contactos para abordar el problema, según se supo anoche. La desfeita es de tal calibre, que justifica cualquier acción. Por eso cabe preguntarse si aquí, en Galicia, la Xunta y la dirección del PP piensan seguir de brazos cruzados y mantener la connivencia con sus alcaldes de Santiago y A Coruña en sus suicidas e impresentables localismos. Vamos, si van a poner fin de una vez al doping contra Peinador o no.