La magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer decretó la puesta en libertad bajo la imputación de un delito de amenazas del vecino de Vigo de 57 años que presuntamente amenazó de muerte a su expareja, de 25, con una pistola que resultó ser de juguete. La joven creyó que era real ya que el hombre la tapó y sólo vio lo que parecía el cañón de un arma.

Tras pasar el martes a disposición judicial, la juez también le impuso una medida de alejamiento con respecto a la joven, con la que había mantenido una relación de cinco años. Los hechos ocurrieron en el bar donde trabaja ella. El hombre, que admitió que no asimilaba la ruptura con la supuesta víctima, alegó que el episodio de la pistola fue una "broma" y que se la llevó como regalo para el hijo pequeño de la mujer.