Pocas veces alzamos la vista al cielo más que para comprobar qué tiempo hace. Sin embargo, una de esas fugaces miradas puede depararnos una bella sorpresa: decenas de esculturas se yerguen en las cumbres de los edificios más altos del centro de Vigo, como si quisiesen acariciar el cielo.

Su posición privilegiada las mantiene ajenas al bullicio de la ciudad pero las oculta a la mayoría de los transeúntes. Farodevigo.es retrata las obras más majestuosas que conforman el "olimpo" vigués.

La Victoria de Samotracia

El Edificio Albo, en el cruce de Gran Vía y Urzáiz. En su cúspide, la reproducción de la "Victoria de Samotracia".

La reproducción de la escultura griega corona el Edificio Albo, en el cruce de Gran Vía con Urzáiz y Lepanto. Su ubicación -a diez pisos de altura- hace que pase desapercibida, sin embargo, su silueta destaca en el skyline de la ciudad. La Victoria de Samotracia viguesa, modelada por Jesús Picón, se contempla con claridad al descender por la calle Urzáiz desde Vía Norte, pero sin duda, el mirador privilegiado para admirarla es la terraza del Hotel Zénit, desafortunadamente solo accesible a sus huéspedes.

El Edificio Albo se contruyó entre 1942 y 1949, siguiendo los planos de Francisco Castro Represas y Pedro Alonso, dos auténticos renovadores de la arquitectura olívica. De estilo racionalista y con elementos neobarrocos, el inmueble destaca por su forma escalonada y gran verticalidad.

El Hotel Lisboa

El actual Hotel Zénit y el torreón que lo corona.

Su templete circular culmina un edificio de 11 plantas. Es el punto más alto del centro de Vigo, el que ofrece la panorámica más amplia y bella de la ciudad, pero solo al alcance de los huéspedes del establecimiento, hoy rebautizado como Hotel Zénit.

La construcción del inmueble -que durante décadas albergó el Hotel Lisboa-, arrancó en 1947 en la esquina de Urzáiz con Gran Vía, bajo las órdenes de Pascual Bravo. Inicialmente fue concebido como un edificio de viviendas, de tintes eclécticos y gran monumentalidad para destacar su aventajada ubicación en el cruce de las principales arterias urbanas.

"La Peineta"

Edificio "La Peineta" con la columnata de cemento en su cima que le dio el nombre popular.

Con ese nombre popular se conoce la construcción de Jenaro de la Fuente que se levanta desde 1926 en la esquina de Urzáiz con Lepanto. Su impresionante columnata de cemento se eleva siete alturas sobre la calle.

De todos los elementos que conforman el "olimpo" vigués, "La Peineta" es el más conocido porque durante años soportó el logotipo de la caja de ahorros de la ciudad. Fue sustituido por un neón, al más puro estilo "Gran Vía madrileña", que todavía se mantiene aunque no está operativo.

El inmueble, ejemplo de eclecticismo academicista, presume de carácter monumental, con chaflán arqueado, elementos que potencian la verticalidad, dos balcones y sobria ornamentación.

Edificio Mülder

Edificio Mülder con una cúspide ovalada rematada en cerámica de color cobre.

A pesar de contar con tan solo cuatro alturas, la belleza de esta obra de Gómez Román es digna de mención. Situado en Montero Ríos y con 105 años de antigüedad, exhibe de forma grandilocuente la vena más modernista del genial arquitecto vigués.

El edificio Mülder remata en una cúpula ovalada recubierta de cerámica de color cobre y diversos pináculos, detalles de influencia vienesa. El inmueble está profusamente decorado, con paneles de cerámica que representan a seres mitológicos, motivos vegetales y dos amplios balcones, uno de ellos en curva.

El Banco de Vigo

Otra gran obra con el sello de Manuel Gómez Román ubicada en la intersección de Policarpo Sanz con Colón. El inmueble, finalizado en 1923, fue sede del Banco de Vigo (de ahí su nombre) aunque por un corto período. Dos años después de inaugurarse entra en suspensión de pagos y pasa a albergar las oficinas de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, también por poco tiempo; en 1928 se establece en el edificio el Banco Pastor.

Gómez Román diseña una construcción monumental que represente a la institución bancaria que acogería. Combinó en ella el uso financiero de las plantas inferiores con el residencial en las más altas.

Culmina el inmueble en una airosa cúpula, pero lo más destacable es su peculiar decoración: mezcla elementos modernistas y de tintes vieneses con otros clasicistas y eclécticos. Buena prueba de ello son las esculturas de granito que custodian el banco.

Las figuras femeninas que representan diversas culturas.

Cinco figuras femeninas se alzan solemnes en la quinta y última planta. "Representan culturas de los diversos continentes, estando quizás relacionado su simbolismo con las actividades del banco y con el hecho de ser Vigo una ciudad marítima en contacto con diversos pueblos y culturas del mundo a través de su puerto", sostienen Xaime Garrido y Xosé Ramón Iglesias en "Vigo. Arquitectura urbana". Las tallas tienen una fuerte impronta mitológica, pues se distinguen claramente la cultura egipcia, la romana y la india.

La Equitativa

Inmueble "La Equitativa" culminado en una torre presidida por una representación de la Justicia.

Una figura femenina con una balanza, que emula a la diosa romana de la Justicia, otea Vigo desde la novena planta del Edificio La Equitativa, en Marqués de Valladares 21. La obra, diseñada en 1948 por Manuel Cabanyens y Mata, albergaría la filial española de la aseguradora estadounidense The Equitable Life Assurance Society con el nombre de "La Equitativa. Fundación Rosillo". De él destaca su estilo academicista monumental y la fachada con formas redondeadas.

Teatro García Barbón

Es uno de los edificios más reconocidos por los vigueses debido a su actividad cultural y su biblioteca. Tras diversos avatares, Antonio Palacios vería finalizada su obra en 1926. De carácter monumental y estilo ecléctico-academicista, el edificio incluía un cinematógrafo, un teatro y un casino.

La fachada principal plasma el gusto de Palacios por la decoración: una pared curva dividida en tres cuerpos con parejas de columnas separadas por ventanas y óculos ornamentados. Uno de los elementos más singulares del teatro es la fachada posterior, con su gran ventanal de siete metros por once que iluminaba directamente el escenario.

El proyecto original culminaba con dos grandes esculturas de pegasos, pero la obra no se llegó a concluir.

Los caballos alados que dominan el cielo desde la cumbre del Teatro García Barbón.

En los años 70, la Caja Municipal de Ahorros de Vigo compró el inmueble e inició un proceso de rehabilitación que culminaría en 1984. La reforma, trazada por Desiderio Pernas, incluyó una cubierta de cobre sobre la terraza original para albergar la biblioteca y las dos esculturas en bronce de caballos alados diseñadas por Juan Oliveira. Además se añadieron otras seis figuras alegóricas de piedra creadas por Manuel García Buciños que representan las artes: la pintura, el teatro, la escultura, la literatura, el cine y la música.

Las seis figuras que simbolizan la pintura, el teatro, la escultura, la literatura, el cine y la música.

Sede de Abanca

La esquina de Colón con García Barbón está presidida por una gran figura, que simboliza el "Ángel Tutelar del Ahorro", según indican Xaime Garrido y Xosé Ramón Iglesias en su repaso por la arquitectura de la ciudad. Este custodia la antigua Sede Social de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, cuyas obras se iniciaron en 1953. La institución había convocado en 1948 un concurso público para el diseño de su central, que quedaría desierto y finalmente se otorgaría a Gaspar y José Blein Zarazaga y Manuel Romero Aguirre con la participación de Antonio Cominges. Además de las oficinas, el inmueble acogería un hotel, viviendas y un restaurante.

La sede de Abanca con el "Ángel Tutelar del Ahorro" en su cúspide.

El edificio presenta un diseño muy sobrio, con una retícula de vanos sin ornamentación y del que tan solo destacan los balcones redondeados. En la fachada principal sobresale un pórtico coronado por cuatro estatuas que representan el ahorro, el trabajo, la justicia y la tradición familiar.