Un volumen de pleitos que excede de largo las cifras máximas recomendadas. El informe realizado por los inspectores del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que el pasado marzo estuvieron en la Sección Quinta, la sala viguesa de la Audiencia Provincial de Pontevedra especializada en materia penal, concluye que este órgano sufre una sobrecarga de trabajo. Los más de 1.400 asuntos nuevos que registró el pasado año están por encima de la media que fija el propio Poder Judicial. Y el indicador de resolución de causas también se mueve en Vigo por encima del establecido. Además de este exceso de trabajo, otro de los puntos en el que hacen hincapié los inspectores es en la falta de espacio para guardar los expedientes: los huecos que hay en las instalaciones de la propia sala se van agotando poco a poco y el sitio que tienen asignado en los archivos ubicados en el sótano del nuevo edificio judicial ya no da para más.
La inspección del Poder Judicial fue efectuada hace ya más de un mes, el pasado 5 de marzo, cuando varios técnicos de este organismo se trasladaron no sólo a la Sección Quinta, sino también a las dos salas penales de la Audiencia en Pontevedra, para realizar esta labor, enmarcada dentro de los controles rutinarios que realiza el Servicio de Inspección del órgano de gobierno de los jueces: consiste en comprobar el funcionamiento de estas salas, su carga de trabajo, los tiempos de respuesta de los pleitos que tramitan y otros parámetros para vigilar si cuentan con los medios personales y materiales adecuados. Y una de las conclusiones de estos inspectores es que en la sección penal viguesa entran más asuntos de los recomendados, según confirmaron fuentes judiciales. Sus magistrados también resuelven por encima de la media.
Precisamente para tratar de poner remedio a esta situación de exceso de entrada de asuntos y al volumen de casos que se acumulaban a la espera de darles respuesta -a principios de este año eran un total de 664-, la sala contó durante prácticamente un año con la ayuda de un juez de refuerzo, plaza que ocupó Jaime Bardají, que recientemente finalizó esta labor y regresó a su juzgado, el Penal 3 de Vigo. Esta medida de apoyo concluyó ya que se acaba de incorporar a la Sección Quinta el cuarto magistrado titular, José Ramón Sánchez Herrero, que hasta ahora tenía su plaza en la Sección Cuarta, también especializada en penal y ubicada en Pontevedra.
En el informe de los inspectores no solo se incide en la carga de trabajo. Otro de los puntos a los que hacen mención es a la falta de espacio para guardar los pleitos, problema este último que se extiende a todas las salas viguesas. En el caso de la Sección Quinta hace ya cuatro meses que se solicitaron estanterías para colocar estos expedientes, pero la petición todavía no ha sido atendida. El Poder Judicial también alude a cuestiones de personal en el documento, señalando por ejemplo que durante seis meses estuvo sin cubrir la vacante de una funcionaria del cuerpo de tramitación que se fue seis meses a cubrir una baja a otro juzgado. La situación no se solventó, provocando una merma en el personal de la Sección Quinta, hasta que la propia trabajadora regresó a su plaza.
