Tras cerca de seis años durmiendo el sueño de los justos en los cajones de la Xunta, el proyecto de ampliación del túnel de Beiramar resucita a apenas un mes y medio del 24-M. Durante una visita a la ciudad la semana pasada, la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, desempolvaba el proyecto para exigir "compromiso" de las instituciones. Otra actuación muy similar en A Coruña -las obras de la Marina- avanzan mientras tanto a contrareloj, en su recta final, con un respaldo clave de la Xunta. El martes la maquinaria empezaba el asfaltado del túnel herculino, que podría estar rematado entre finales de abril y principios de mayo.
En las últimos meses también el PP -el mismo partido que lleva las riendas de San Caetano- instaba en el pleno municipal a la Xunta a cumplir el plan de infraestructuras comprometido por Feijóo hace seis años. Al mismo tiempo el presidente del Puerto, Ignacio López-Chaves, se mostraba favorable a la ampliación, siempre que no interfiera en la actividad de los muelles. El proyecto de Beiramar renace en un contexto particular: a escasas semanas de que se finalicen las ambiciosas obras de A Coruña, que el alcalde herculino, Carlos Negreira, y el presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada, quieren tener listas antes de la cita con las urnas del 24-M.
Los orígenes del proyecto para el túnel de Beiramar -se ampliaría hasta la calle Coruña y se remoza la superficie, con más espacio peatonal- se remontan años atrás. En 2006 Corina Porro trasladó como alcaldesa la petición a la Xunta. En 2008 se contrató la adjudicación del anteproyecto. El coste total estimado ascendía a 70 millones de euros, que aportaría la Xunta, y su longitud sería de 1,3 kilómetros. El planteamiento original -un paseo peatonal en superficie o un parking subterráneo de 350 plazas- se modificó para no afectar a los usuarios del puerto. Tras esos ajustes no se registraron avances.
En enero de 2011 el entonces conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, anunció que las obras de ampliación del túnel arrancarían en 2012 y estarían finalizadas en 2014. "Esta obra vital e imprescindible demuestra el compromiso de la Xunta con Vigo", llegó a apuntar Hernández tras mantener una reunión en el puerto con Porro. Desde entonces el proyecto permanece en el dique seco.
Caso bien distinto es el de los túneles de O Parrote y la Marina en A Coruña, que -al igual que se pretendía en Vigo- permitirán un cambio radical en la fachada marítima de la ciudad. En total las actuaciones permitirán remozar una superficie de 52.000 metros cuadrados, con parkings, túneles y urbanización en superficie, con una inversión que supera los 54 millones de euros, entre inversión de las administraciones públicas y de la concesionaria. De esa suma la más abultada se destina al túnel de O Parrote, en el que la Xunta invirtió 12 millones y el Concello herculino, dos. En enero de 2014 Negreira dejaba claro la importancia el papel que jugó San Caetano en el proyecto: "Si no pusiera [la Xunta] ese dinero, no se podría hacer".
En la Marina la inversión total ronda los 15 millones de euros. Sus obras son las que se están ultimando ahora, a contrarreloj. La inversión procede en este caso del Concello de A Coruña y de su Autoridad Portuaria. En total, la Marina supondrá 28.000 metros cuadrados reformados y O Parrote 24.000.
