Mónica F. , de 36 años de edad, está ya fuera de peligro, pero la brutalidad del ataque del que fue víctima le causó importantes heridas que tardarán un tiempo en curarse. Todo indica que el asalto fue preparado y que el agresor pretendía quitarle la vida.

La mujer, a la que los médicos retiraron en el quirófano la hoja del cuchillo que tenía clavada en el cuello, tenía al parecer la lengua cortada -no se sabe si por el cuchillo o mordida-, la faringe seccionada y la traquea lesionada. Presentaba además un corte en una de las mamas, donde también intentaron apuñalarla, así como numerosos cortes en las manos que se produjeron al intentar defenderse del acuchillamiento. Algunos eran tan profundos que precisaron de puntos de sutura.

Rastreo en Martínez Garrido

Mientras el personal sanitario estabilizaba y salvaba la vida a Mónica, agentes de la Policía Científica rastreaban el inmueble donde tuvo lugar la agresión y los alrededores del domicilio en busca de pruebas y del mango del cuchillo. Si la mayoría de los vecinos no oyeron la agresión ni se enteraron de lo ocurrido dado que eran las 7 de la mañana, no ocurrió lo mismo cuando los agentes realizaron la inspección ocular en busca de pruebas. Numerosas personas vieron como registraban el interior de los contenedores de basura de la zona, recogían muestras biológicas y buscaban huellas dactilares.