El auge del Casco Vello y Bouzas: más vecinos, cien negocios y 65 rehabilitaciones en dos años

Los cascos históricos de Vigo están viviendo una segunda juventud a semejanza de lo ocurrido hace ya algunos años en Pontevedra u Ourense. No es una mera percepción. Los datos oficiales que manejan el Concello, el Consorcio y las asociaciones de comerciantes de Casco Vello y Bouzas reflejan un gran dinamismo en dos áreas que no superan las 35 hectáreas de superficie y donde están registradas 1.600 viviendas. Este resurgir comenzó hace casi una década, pero se ha ido acelerando en los últimos años con la entrega de las primeras promociones públicas en la zona centro y la llegada de nuevos negocios que los han convertido en dos puntos neurálgicos de la hostelería local.

En los últimos dos años la Gerencia de Urbanismo ha autorizado en los dos núcleos históricos de la ciudad un total 25 reformas comerciales, 39 cambios de titularidad, se han otorgado 16 licencias de actividad y validado la puesta en funcionamiento de otros 19 establecimientos. En conjunto suman un centenar de nuevos negocios entre 2013 y 2014 de los que más de dos tercios se agrupan bajo el epígrafe "bar", "cafetería" o "restaurante" y han contribuido a darles vida los fines de semana. Por ahora la actividad es mucho más fuerte en el Casco Vello por su ubicación privilegiada, pero también a Bouzas han llegado emprendedores y nuevas familias.

La pirámide poblacional empieza a reflejar estos cambios y solo el censo del Casco Vello, único del que hay datos desagregados, creció un 6% en los dos últimos ejercicios. Se sumaron al barrio 218 vecinos que han contribuido a que en la actualidad un 65% de sus habitantes tengan menos de 50 años. El balance del departamento de Estadística municipal refleja con claridad que el grupo que ha experimentado una mejor evolución va desde los 36 a los 40 años, coincidiendo con el perfil de gente que se presentó y accedió a las últimas promociones sorteadas por el Consorcio Casco Vello -participado en un 90% por la Xunta y un 10% por el Concello- en Ferrería, Canellón do Estreito, Hortas o San Sebastián.

Otro de los grandes revulsivos ha sido la inyección de fondos del Plan Estatal de Vivienda que se gestiona a través del Concello y con el que Fomento subvenciona reformas a particulares. Va por la 13ª edición en el Casco Vello y la 8ª en Bouzas. Ha sido otra iniciativa fundamental para fijar población en barrios que tendían a abandonarse por la mala calidad de las construcciones y sumando las actuaciones amparadas por el programa estatal, las obras acometidas por vecinos de forma individual y las impulsadas desde el Consorcio entre 2013 y 2014 en Urbanismo se contabilizan hasta 65 peticiones para acometer reformas.

Se autorizó la rehabilitación integral de doce edificios repartidos entre las calles San Sebastián, Elduayen, Ferrería, Angustias, Romil, Teófilo Llorente y Reconquista, en el centro, y alguno más en la Alameda de Bouzas y la calle Eduardo Cabello. También se solicitaron licencias de obra mayor para ejecutar derribos en la calle Chao o Elduayen, realizar cambios de cubierta, renovar las fachadas o realizar obras de acondicionamiento interior en calles como Poboadores, Santiago, Granada o la Ribeira do Berbés, donde está prevista la próxima gran actuación del barrio con la rehabilitación de tres edificios cedidos por el Consorcio a la Universidad para abrir una sede urbana y su Centro de Linguas.

Tras el crecimiento exponencial del distrito nueve con el polígono residencial de Navia, no hay otra zona de Vigo que haya experimentado un cambio tan profundo como el Casco Vello y, ya en menor medida, el barrio histórico de Bouzas, donde en estos dos años se realizaron reformas para abrir locales en Paulino Freire, Pescadores, Alameda de Suárez Llanos y Johan Carballeira, entre otras calles.

Es un movimiento progresivo que se suma al carro del despegue espectacular del Casco Vello. Desde 2013 ganó más de una treintena de locales de hostelería y la asociacióin de comerciantes tiene lista de espera por parte de empresarios interesados en invertir en una zona en auge que exige menos inversión porque los alquileres aún se mantienen un 50% más baratos que en otras calles del centro.