La batalla contra los peajes en la ex-Scut de Portugal cobra intensidad. La contestación ciudadana que presidió la implantación del cobro de tasas en estas autovías, hace más de cuatro años, no logró que el Gobierno rectificase su postura y los conductores se vieron obligados de la noche a la mañana a acceder a ciudades tan visitadas por los vigueses como Oporto sin otra alternativa viaria que la de pago. Ahora se abre un nuevo frente que los más críticos con el sistema instaurado se disponen a reavivar ante las más altas instancias del país vecino. Motivados por las recientes sentencias judiciales que anularon media docena de multas por impago del canon al detectarse errores en su notificación, 1.500 firmantes han dirigido una carta a la Asamblea de la República donde exigen la retirada de las sanciones por impago de peajes al considerarlas "ilegales". No solo dudan de su constitucionalidad. En su escrito aseguran que las cifras reclamadas se basan en cálculos tan "aleatorios" que han deparado cantidades desproporcionadas. Hay casos en que por circular sin pagar por varios tramos por importes que suman 13 euros, la Administración Tributaria impuso hasta 1.800 euros de sanción.
El clamor contra estas multas crece cada semana entre la opinión pública portuguesa. En distintos medios de comunicación se habla abiertamente de "atraco". "No se cuestiona que se multe o no, sino quién debería hacerlo y que el afectado cuente con la posibilidad de defenderse", alegaba el articulista de un diario del Norte de Portugal el pasado fin de semana. El juez de Braga que anuló esa media docena de sanciones ya cuestionaba el procedimiento de la Administración Tributaria. En los casos enjuiciados, los afectados se enteraron de la multa cuando le llegó al domicilio la ejecución fiscal. Como si en España, Hacienda enviase la notificación de embargo en la cuenta bancaria antes que la carta de Tráfico ofreciendo la posibilidad de recurrirla.
En el argumento de la "indefensión" también incide la citada carta enviada a la Asamblea de la República. Como mantiene la abogada que encabeza la iniciativa, Lúcia de Sousa Gomes, se notifican las multas sin la información necesaria, "lo que viola el derecho de defensa de los ciudadanos. Se sabe la matrícula, pero no quién era el conductor ni tampoco permiten que se identifique. Ni se indica la fecha, hora y en qué tramo se produjo el impago", explica.
El escrito apela a las dificultades que atraviesan muchos portugueses por la crisis económica. Una dura situación personal que a juicio de los 1.500 conductores que lo firman -del entorno del Oporto- se ve "sustancialmente agravada con el cobro de las tasas en las antiguas autovías en todo el país y por la absoluta inexistencia de viales o equiparables". En opinión de la letrada, "es responsabilidad" de la concesionaria de las ex-Scut disponer de los medios necesarios para cobrar las tasas impagadas sin repercutir costes añadidos al infractor, en lugar de dejar esta tramitación en manos de la Administración Tributaria. Esta forma de proceder degenera en una de las "situaciones más injustas e inaceptables" para los portugueses, agrega la carta.
Como por ejemplo, la que sufre Pedro Días, un conductor de Oporto que recibió una multa de la citada Administración de 1.800 euros por no haber pagado, dos años atrás, un peaje de 13 euros. "Esto no tiene ninguna justificación legal", afirma la abogada en una entrevista a la televisión Porto Canal.
Las ex-Scut recaudaron el año pasado 316 millones, un 9% más
- Si el objetivo de la implantación del peaje en sus autovías era engordar las maltrechas arcas que dejó en Portugal el azote de la crisis económica, se ha cumplido con holgura. Esta semana, Estradas de Portugal (EP) daba cuenta en un comunicado del balance económico de sus viales correspondiente al año pasado. Cerró el ejercicio con unos ingresos procedentes del cobro del canon en esos viales que ascienden a 316,2 millones de euros, 26,7 millones más que el año anterior, lo que en términos porcentuales indica un aumento del 9%. Su máximo responsable, António Ramalho, atribuye los buenos resultados, además del progresivo aumento en el número de usuarios, "al cada vez mayor nivel de eficacia de los sistemas de cobro", y en concreto, mencionó "los destinados a los conductores de vehículos de matrícula extranjera".Según las cifras aportadas por el organismo que dirige Ramalho, en los últimos tres años, la facturación por los peajes de las ex-Scut se incrementó un 25%, al pasar de 253,9 en 2012 a los 316,2 millones del año pasado. Desde EP nunca lo cifraron de manera oficial, algunos medios lusos sitúan el importe de los peajes impagados en unos dos millones de euros.
Hermana de una multada
"Hay gente que no puede pagarlas y otros que han llegado a pedir dinero a los bancos"
Los medios de comunicación portugueses informan cada día sobre la angustia que sufren las víctimas de las multas por impago de los peajes. Muchos de los afectados carecen de recursos suficientes. Son obreros, comerciantes o trabajadores autonómos que bien por necesidad o despiste circularon sin abonar el canon. Algunos se ven incapaces de hacer frente a la sanción que le exige la Administración Tributaria a no ser que vendan sus propiedades o pidan dinero prestado.
La televisión local Porto Canal emitía estos días el caso de Victoria. Propietaria de una tienda de ropa en Braga, viuda y con un hijo estudiando en la Universidad, ya pagó 7.000 euros de multa y, sin embargo, no será la última. Tiene pendientes de abonar otras cinco más, también por impago de peajes, en tramos de 0,50 céntimos a 1,30. Estas podría derivar en un monto de 40.000 euros. Victoria desconocía la existencia de estas cinco sanciones. Fue su hermana quien se informó en el Instituto de Movilidad, la misma que ante las cámaras se preguntaba: "¿cómo es posible que el Fisco no tenga problemas a la hora de mandar las multas a casa y sin embargo careciese de las direcciones correctas para notificarlas antes".
Para la hermana de Victoria, la actitud de la Administración Tributaria es inhumana. "Hay gente que no puede pagarlas y tengo amigos que hasta han pedido dinero a los bancos", denunciaba en el reportaje televisivo.
