Pistoletazo de salida a la reforma completa del estadio de Balaídos. El Concello arrancó ayer las obras en la grada de Río, donde a lo largo de los próximos cuatro mese se acometerán obras por 1,68 millones para mejorar la seguridad del recinto, reparar los contrafuertes o cambiar la cubierta. El inicio de las obras estuvo presidido por el alcalde, Abel Caballero, y el presidente del Celta, Carlos Mouriño, quienes coincidieron en señalar la "gran importancia" de la jornada.
"Es un día histórico después de una pelea tremenda de 30 años" -confesó el responsable del club- "Me embarga la emoción, el corazón y el agradecimiento". Para celebrar el inicio de la reforma se enterró en la entrada de Río una "cápsula del tiempo" con -entre otros elementos- una camiseta del Celta y un ejemplar de FARO. Durante el acto, club y Gobierno local mostraron su sintonía. Mouriño destacó el "apoyo desde el primer momento" del Concello y agradeció "el esfuerzo de todos"."Y digo de todos porque sentimos el respaldo de la ciudad en este proyecto".
"Hoy fraguamos un sueño. Empieza la obra del nuevo estadio de Balaídos", anotó el alcalde. Según detalló, la grada de Río tendrá una nueva cubierta, un acceso mejorado y, en la parte exterior, "tiras de aluminio de tres metros de ancho" que simularán "olas y algas". La reforma de Río se completará con una segunda fase de 2,6 millones.
"De forma inmediata se va a acercar la grada de preferente al campo", anotó Caballero. Así -al igual que Tribuna y Río- se aproximará 5 metros. El regidor también precisó que todo el estadio quedará a la misma altura, con lo que resultará más fácil protegerlo de la lluvia. Un mecanismo de luces instalado dentro y fuera del campo permitirá que cambie de color cuando el Celta marque un gol.
El regidor insistió también en la mejora de la seguridad en el estadio, que tras la reforma podrá albergar a 31.000 aficionados, mil más que en la actualidad. "Ahora la financiación está asegurada", apuntó el regidor, quien avanzó que "la semana que viene" se firmará el convenio con el Celta -el club de fútbol afrontará la mejora de Tribuna- y "aproximadamente la otra" con la Diputación de Pontevedra, que aportará la misma cantidad que el Concello. "Estamos cerrando apartados con Zona Franca, aunque esto no es tan urgente porque la grada correspondiente a Zona Franca no empezará hasta finales de año o principios del que viene", concluyó el primer edil.
La reforma integral del estadio costará 29,6 millones de euros y el objetivo del Gobierno local es que finalice en 2017. El coste de habilitar Río asciende a 4,2 millones de euros; Tribuna, a 6,7; y Marcador y Gol a 9,37. El Concello aportará en total 10,4 millones -lo mismo que la Diputación de Pontevedra-, el Celta 2,2 y otras instituciones 6,5. Caballero avanzó que su objetivo es instalar la cubierta nueva de Tribuna "en verano". "Está planificado iniciar el derribo en junio y finalizar en agosto", avanzó Caballero antes de asegurar que las obras arrancan de forma "irreversible".
Horas después el Partido Popular advertía de que "la reforma completa aún no tiene proyecto de obra ni los convenios firmados para garantizar la financiación". El edil popular Antonio Bernárdez aseguró que las obras que ayer se iniciaron en Río no forman parte del proyecto de reforma del estadio, ya que -anotó- "se trata de los trabajos de reparación que permitirán garantizar la seguridad de los espectadores en esa zona". "No existe un proyecto básico de ejecución de la obra de grada completa de Río, que es imprescindible para acometer el nuevo estadio en esa zona de Balaídos", zanjó el concejal del PP.
