Con solo dos años en funcionamiento, la cerveza "blanca" fabricada por la joven empresa Mustache se ha hecho un hueco en el sibarita mercado de los productos delicatesen y hasta ha ganado premios como el del Festival Internacional Ibero Americano de Miami. Motivada por este éxito, la firma de capital social berciano y gallego -con fábrica en Valladolid- ha creado para su próximo lanzamiento una receta revolucionaria que conferirá un aspecto cremoso de burbuja fina y un sabor muy especial a las cañas. Con la etiqueta Mustache Negra Marinera estampada en la botella, será la primera cerveza del mundo con agua de mar, y en concreto, del mar que bañan las islas del Parque Nacional gallego.
Lleva semanas distribuyéndose en establecimientos de El Bierzo, y en cuestión de días la recibirán también algunos gallegos, aunque de momento sólo para su degustación. La empresa prevé que en febrero arranque la comercialización en las tiendas exclusivas donde su primer primer producto, la Mustache Blanca, tuvo tan buena acogida, y que abarcan casi todas las comunidades autónomas, Baleares incluidas. El diagnóstico de catadores de la Negra Marinera y las impresiones recabadas en las pruebas con clientes son esperanzadoras. "Al tratarse de cerveza negra la gente piensa encontrarse con un sabor muy fuerte, tipo Guinness. Pero en el caso de la nuestra, les sorprende que sea tan bebible, y sobre todo llama la atención esa frescura que aporta el agua de mar", destaca Óscar Cascallana, director general de Mustache.
La elección de agua salada para dar sabor a una de las bebidas fermentadas más antiguas de la humanidad rompe moldes. Sin embargo, es una innovación inspirada en costumbres muy extendidas en puertos de Europa, donde los marineros suelen acompañar una "negra" comiendo ostras y mariscos. "De hecho, algunas cervezas europeas se comercializan con ostras dentro de las botellas", agrega Cascallana. Mustache adopta este "maridaje perfecto", consiguiendo la salinidad que aporta a esos marineros las ostras y los mariscos directamente a través del agua de "mar tan pura de Galicia". Teniendo en cuenta esas referencias históricas, la empresa no tuvo dudas a la hora de elegir dónde extraer en Galicia la esencia de su pócima. "Si en las Rías Baixas se cría el mejor marisco del mundo, la primera cerveza negra con agua de mar tenía que elaborarse con el mar de esa zona para ser también la mejor", resume Cascallana.
En esta elección también jugó un papel clave la empresa Sie7e Mares. Ubicada en Dena-Meaño, en la comarca de O Salnés, es la encargada de recoger el agua en las islas, aunque lo hace sobre todo en la de Ons. Una vez llenados los tanques con agua extraída a 10 metros de profundidad, la somete a un proceso de purificado y microfiltrado en su planta con el objetivo de eliminar sustancias orgánicas pero manteniendo al mismo tiempo la salinidad y la mineralización. De forma paralela, la firma de Dena comercializa el agua para ser utilizada en la cocina como medio de cocción de mariscos y hasta como sustitutivo de la sal en diversas recetas.
Sus inventores guardan con celo los detalles de la mezcla de ingredientes de la Negra Marinera salvo los más singulares. Por ejemplo, contiene seis variedades de cebadas malteadas de la más alta calidad, los tres tipos de lúpulos más exclusivos del mercado y unos toques de pimiento rojo de la Guyana Francesa. Con todo, el resultado final necesita de una segunda fermentación en la propia botella donde de forma natural se produce la carbonatación. Como subrayan desde la empresa, se trata de una bebida de "muy alta gama" que destacará tan bien por su imagen "sofisticada y elegante". Como recomendación para saborear ese singular regusto al mar de las Islas Atlánticas, proponen servirla en una buena copa y, cómo no, acompañarla de marisco.
